Ese modelo que reúne los valores que los profesionales del campo de la comunicación política, psicólogos y coaches desearíamos desarrollar con muchos de nuestros clientes.

El Amor por el centro, ese centro que arrastra a moderados e indecisos, ese 'Centro Práctico', alrededor del metro cuadrado del ciudadano, preocupado y centrado en las necesidades y deseos de la ciudadanía. Su slogan de campaña ('Galicia, Galicia, Galicia') dejaba claramente definido su pasión y liderazgo propositivo. Mensajes directos y argumentados aportando certeza y soporte a la ciudadanía. Suelo pronunciarme poco sobre el estilo de las candidaturas políticas, pero en esta ocasión lo planteo como un modelo de éxito; apuesto por las marcas personales en política, siguiendo en la línea de que las ideas afloran por encima de las ideologías, apostando por proyectos, y causas. Y hay una premisa que defiendo en mis clientes, su marca personal es la garantía de éxito a nivel orgánico en las organizaciones políticas; para mí, crearlas juntos es primordial, es protegerlos doblemente.

El Modelo Feijóo se caracteriza por hablar muchísimo desde y para la ciudadanía y muy poco de la política. Ese sello político que es la suma de qué quiero llegar a ser y qué quiere la ciudadanía que yo sea.

El análisis del éxito de Alberto Núñez Feijóo viene desde: marcar sus ideas por encima de las ideologías, una estratégica marca personal, cohesión de equipo, certeza, discurso cargado de significado, proyecto, moderación y equilibrio, valores, cero crispación, política en positivo, liderazgo ejecutivo y compasivo.

Candidato permanente

La conciencia de candidato permanente es el reto de todo político. Es el mayor desafío personal de crecimiento y éxito a tres niveles: orgánico o de partido, profesional y personal. Ejes de éxito del liderazgo político actual.

Conjugar y dar soporte para el equilibrio a esos tres ejes es uno de los objetivos del coaching político, básicamente dar sustento y apoyo para generar un marco de equilibrio que permita a nuestro cliente conjugar ese mundo tan complicado de intereses antagónicos.

Me gusta hablar de candidato permanente más que de campaña permanente. Ser candidato permanente significa un reto personal, por encima de retos políticos; significa constantemente preguntarse para qué te iniciaste en política, es volver emocionalmente a la casilla de salida, y eso le permite crear, re-ilusionarse y, lo más importante, conectar con aquellos valores que le hicieron entrar en política.

Nuestro voto

Las personas no votan por partidos, la gente vota por personas. No votamos por el pasado, ni por el presente, votamos por el mañana. De ahí nace la crispación improductiva de la critica retrospectiva.

Votamos por ideas, no por ideologías. Recordemos a Barack Obama cuando llenaba sus discursos de "Yo, igual que vosotros, estoy preocupado por el empleo"; qué mensaje tan potente "Yo, igual que vosotros€". Su estrategia era no saltarse su hoja de ruta, sólo modificaba, en ocasiones, su táctica y su modo para dirigirse a muchísimos pequeños colectivos.

Tenerife se apaga

El día a día en el gobierno es ilimitado, la realidad llena tu agenda€ La política tiene mucho de surfear, de estar preparado para esa ola que te llega. A veces me cuentan que hay cosas que te vienen por sorpresa, y es verdad, y a la vez hay que estar preparados. Me gusta decir que el liderazgo de éxito muestra un valor de anticipación importante; como el buen médico, que no sólo cura sino que previene; los buenos pilotos, los buenos maestros, los buenos padres y madres. La previsión aporta certezas a la ciudadanía, nos hace ser percibidos como estables y equilibrados, porque las personas nos pueden anticipar y eso nos da valor para ellos. Lo conocido da seguridad, por ello poseer identidad es tan valioso, nos hace confiables per se.

Tenerife se apaga 4 horas, ó 5, 6 ó 7 y eso es una crisis; y las gestiones de crisis llevan un manual detallado y, lo más importante, llevan la marca de Gobierno. Es importante que conozcamos nuestras fortalezas y nuestras debilidades de equipo, seleccionar para nuestra gestión de la crisis identidades creadas en nuestros gabinetes, no quedarnos entre lo técnico y lo político en nuestra comunicación; hay que salir fortalecidos, es una oportunidad de oro para salvar a nuestra ciudadanía, esa que siempre nos espera una y otra vez. Vemos con frecuencia cómo la gestión de la propia crisis provoca un aumento de la misma, arrastrando a cargos públicos, candidatos o partidos.

Hablaba recientemente con un responsable de comunicación de cierto Gabinete y le comentaba que el éxito es una co-responsabilidad de la persona que se expone y de su equipo asesor; por eso, es necesario el entrenamiento regular, para dar significado a nuestro discurso y surfear nuestras emociones como expertos.

(*) Psicóloga. Asesor Coach

Político CEO ETIK @EtikMaite

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