Una vez superadas las distintas fases que comprendían el estado de alarma e inmersos en plena desescalada y disfrutando -unos con más sentido de la responsabilidad que otros-, lo que este gobierno socialcomunista que padecemos repleto de turismófobos ha querido definir de manera tan cursi como: “la transición hacia la nueva normalidad”, Canarias ha sido la primera Comunidad Autónoma en recibir la visita de sus majestades los reyes Felipe VI y doña Letizia, convirtiendo su presencia en la mejor promoción turística que cabía esperar. Han paseado por calles y plazas, visitado museos, bares y comercios, y charlado con bañistas a pie de playa; además de reunirse con políticos, sindicalistas y empresarios, e interesarse por las medidas sanitarias anticovid adoptadas en nuestros aeropuertos, al mismo tiempo que se interesaron por nuestra naturaleza, gastronomía y cultura.
Poco a poco comienza a despertar nuestro turismo que, más que dormido, ha permanecido en paro cardíaco durante algo más de tres meses. Eso es lo que tiene poner todos los huevos en una misma cesta; que a punto hemos estado de quedarnos sin lo uno ni lo otro. Es evidente que nuestra dependencia del sector servicios nos ha afectado mucho más que a otras comunidades autónomas. Pero ahora es momento de reponerse de este inmenso susto y ponernos todos a trabajar: administración, empresarios, agentes sociales, trabajadores y ciudadanos en general; necesitamos ayudar al sector turístico porque, por suerte o por desgracia, es el motor económico de nuestras islas. Necesitamos que vuelvan los turistas locales y nacionales, pero también los turistas extranjeros que son los que gastan más; y, entre todos, llenar aviones, hoteles, comercios, bares y restaurantes, y demás lugares deportivos, culturales y de ocio.
El problema es que, aunque no esté bien visto contradecir y aún menos criticar la gestión de este gobierno durante la pandemia, porque se te echa encima todo el rojerío pijo y subvencionado de este país, el caso es que el plan para defender al turismo de esta crisis ha sido todo un despropósito, y ha llegado tarde y mal. Entre otros motivos porque han hecho oídos sordos a cuantas propuestas les han llegado desde los distintos sectores relacionados con dicha industria. Menos mal que a última hora -de hecho fue de madrugada-, y después de insistir mucho en las ‘particularidades’ de este archipiélago ultraperiférico, el gobierno ha permitido mantener los ERTE más allá del 30 de septiembre. Pero como es definitorio de este gobierno, todo queda en el aire pues no han fijado ni plazos, ni las condiciones de aplicación.
Pero pese a estas contrariedades, Canarias, y en especial Fuerteventura comienza su reapertura turística en estos días; y lo hace recibiendo al primer vuelo internacional que aterriza en la isla tras finalizar el periodo de alarma, y que ha triado a 150 agentes de viajes, junto a periodistas alemanes en representación de diversos medios de comunicación; todos ellos fueron recibidos por el presidente del gobierno Ángel Víctor Torres, así como por distintas autoridades isleñas y por el presidente del Grupo Iberostar, Miguel Fluxá, que ejerció de anfitrión en el hotel Iberostar Selection Fuerteventura Palace, que de esta forma ha comenzado la reapertura escalonada de sus hoteles.
Ahora, lo más apremiante es recuperar la confianza del turista que nos suele visitar, y atraernos a nuevos viajeros que entiendan que Canarias representa seguridad ante cualquier adversidad, incluida la sanitaria; y, para ello, es imprescindible la conectividad aérea. Nuestros aeropuertos son las principales puertas de entrada a nuestras islas y debemos facilitar a las aerolíneas las ventajas fiscales y aduaneras necesarias para que nos elijan como sede y punto de encuentro de sus compañías. A ello se añade el hecho de que algunos hoteleros agrupados en Ashotel hayan decidido crear su propia aerolínea, para lo cual ya han comprado su primer avión. Este será el primero de una flota que garantice un flujo constante de turistas. El propósito de sus creadores es que se sumen los empresarios hoteleros de Gran Canaria así como cualquier empresario que quiera sumarse a dicho proyecto y, entre todos, sacar nuestra primera industria hacia adelante.
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