El libro de Lo bello y lo siniestro, de Eugenio Trías, lleva una cita de Schelling: "lo siniestro es aquello que debiendo permanecer oculto se ha revelado". Y Freud dice que es lo familiar (heimlich) y próximo que se vuelve extraño e inquietante.

Ninguna de las políticas del presente puede analizarse y conferirlas sentido si no es en términos psicológicos/psiquiátricos por obra de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. La resiliencia adjudicada al doctor Sánchez es una condición psicológica que hacía un canto exagerado del individualismo -la sedicente izquierda es incapaz de filtrar nada, su indigencia ideológica, intelectual y moral es total- digno de los antiguos héroes del Western que ellos solos podían con todo, sobrados de tesón, coraje y determinación, constituidos en única ley. Por ejemplo, eran siempre resilientes John Wayne y Clint Eastwood, que nunca ocultaron sus ideas individualistas. Estas cosas axiológicas hoy ni las pilla la izquierda, hombre ¡el individualismo pequeño burgués! ¡Eso algo sonará!

Y eso hizo al doctor Sánchez coger su caballo y buscar por las catacumbas de un partido ya corroído los apoyos para vaciar su estructura democrática representativa instaurando de facto la participativa o de base, próxima a Podemos. El PSOE le depuso por los síntomas que presentaba, y actos como poner una urna clandestina en Ferraz. El resiliente cowboy hispano lo es con todo lo que se ponga delante, no se pliega ante nadie, es decir, como narcisista clínico no reconoce nada: ni al PSOE, la Comisión de Valores (engaña), Unión Europea (falsea), Parlamento español y opinión pública (miente descaradamente).

En un mismo día mintió a compañeros de gobierno, de partido, PNV, Ciudadanos, prensa. Como decía Ignacio Camacho: el hombre sin ayer, nunca queda vinculado por lo que ha dicho, por tanto mentir no es mentir, como un psicópata ha abolido todas las censuras morales.

Ahora tengo que modificar lo escrito, nuevo volantazo en su homilía del telediario, ahora de súbito lo contrario: activa el fútbol y el turismo. En esa imposible percepción narcisista del Otro, la responsabilidad y las reglas comunes de la lógica, ha señalado que el pacto con Bildu ha sido por culpa del PP. Aparte de lo idiota, no concibe la resistencia a sus deseos e intereses, que algo o alguien pueda interponerse, y así niega la autonomía y funciones de los partidos. Su propensión cierta al totalitarismo como vuelve a demostrar, ni siquiera obedece a ideas que nunca ha tenido, sino a sus esenciales perturbaciones psíquicas, que ya es común invocarlas como explicación de motivos.

Este el personaje, que nos ha colocado bajo el desasosiego de lo siniestro.