Esta es una buena pregunta que tendría que responder el presidente del gobierno en algunas de sus innumerables, interminables e inútiles ruedas de prensa donde suele platicar de lo que van a hacer pero que no hacen, de los miles de millones que van a repartir pero que no llegan, de lo bien que lo están haciendo en la gestión de esta pandemia cuando nos aproximamos a los 30.000 muertos y a un cuarto de millón de contagios; y cuando se supone que Sanidad en el mes de abril decía que: "No hay riesgo de infectarse y los temores están fuera de lo razonable".

La cuestión es que en este gobierno que nos desgobierna no cabe un iletrado o una iletrada más. Su cruzada contra el turismo comenzó con las declaraciones del propio presidente de este gobierno socialcomunista que padecemos, cuando culpaba directamente al sector turístico de los contagios por el coronavirus; le siguió, hará tan solo unos días, el ministro de transportes Ábalos, amigo de Delcy Rodríguez, la mano derecha de Maduro, quien manifestó que: "el turismo es una actividad que tenemos que sacrificar". Ahora resulta que el ministro comunista de la cuota podemita, que hasta ahora estaba mejor callado, ha tenido la necesidad de explicar en sede parlamentaria los motivos por los que cree que el turismo español no es un sector estratégico: "Tenemos un país que se ha especializado en sectores de bajo valor añadido como la hostelería y el turismo" para añadir en su dislate: "Son sectores, además de poco valor añadido, estacionales y precarios. Los hoteles están seis meses abiertos y los otros cerrados, y al final eso nos ha llevado a una situación de debilidad estructural que, cuando ocurren cosas como esta, tenemos menos instrumentos para salir adelante". Este mismo ministro ya 'aconsejaba' (?) hace unos días que los españoles no hicieran reservas para viajar este verano.

Pero como los disparates y las meteduras de pata no vienen solas, la podemita ministra de Trabajo añadió: "que la reactivación del turismo no llegaría hasta finales de año". Lo que implica considerar al turismo como lo último a tener en cuenta para conseguir la reactivación de la economía española. Para, a continuación añadir que su ministerio va a poner en marcha una campaña de inspección para perseguir los casos de "esclavitud y/o prácticas similares" en las explotaciones agrícolas. Es evidente de que en España no cabe un tonto más. No obstante, el remate de los sucesivos dislates de este gobierno ha sido el anunciar la cuarentena para los pasajeros llegados desde el extranjero un día antes de que la Unión Europea defendiera todo lo contrario. Por cierto, y ¿dónde diablos está metida la ministra de Turismo? Algo debería decir, ¿o no?

Para contestar, informar y/o aclararle al ministro comunista del gobierno de Pedro Sánchez, el camarada Alberto Garzón, tan sólo unos pocos datos: El turismo es el sector que más riqueza aporta a la economía española. De hecho, en términos de contribución al PIB y empleo, la industria turística es la más importante del país. Colabora con 176.000 millones, contribuye con un 14,6% al PIB de España y aporta unos 2,8 millones de puestos de trabajo, lo que representa el 14,7% del empleo total. Para tener un bajo valor añadido no está nada mal.

En cuanto a la estacionalidad, supongo que el señor ministro, enemigo acérrimo del capitalismo y del neoliberalismo, sabrá que no en toda España se da ese caso; ya que hasta ahora existía, por si se le ha olvidado al admirador de la Cuba de Fidel Castro, el Programa de Turismo del Imserso que, con más de un millón de personas al año, tiene el objetivo de facilitar la incorporación de las personas mayores a las corrientes turísticas, al tiempo que ayuda a paliar en materia de empleo el fenómeno de la estacionalidad en el sector de aquellas zonas que lo necesitan, tales como Baleares o u otros destinos de la península; pero, además, está Canarias, donde no existe la estacionalidad porque, precisamente el turismo y, por tanto sus hoteles y demás sectores implicados, están abiertos todos y cada uno de los 365 días del año.

Y, mientas nuestro gobierno hace gala de su desprecio e ignora al sector turístico español; en Alemania se riega con dinero público a sus gigantes turísticos; en Italia preparan un vono-vacacional para que puedan viajar sus ciudadanos por todo el país; en Francia, Macron, basándose en una obviedad tal como reconocer que el turismo es una "prioridad nacional" y que lo que es bueno para el turismo francés es bueno para Francia, anuncia un plan de solidaridad para relanzar dicho sector por un importe de 18.000 millones de euros. A la vez que anuncia, en justa reciprocidad a lo acordado por el ínclito Pedro Sánchez, que los españoles que viajen a Francia también lo someterán a cuarentena.

¿Hasta cuándo tendremos que aguantar los españoles tantos disparates y soportar tanta ineptitud e irresponsabilidad?