Dickens, como muchos clásicos, escribió una historia en donde el tiempo se encarga de transformar los sueños de la infancia en otra cosa distinta. Y es que los planos que hacemos de la casa de nuestra vida casi nunca se corresponden con la arquitectura final.

Los socialistas de Canarias también han escrito, con la tinta de la disciplina, un relato de grandes esperanzas basado en la capacidad de respuesta de sus compañeros situados en la cúpula del poder en España. Y como en muchas grandes expectativas el camino puede acabaren grandes decepciones.

El presidente de España, Pedro Sánchez, no ha venido a Canarias parea entrevistarse con Ángel Víctor Torres en un diálogo bilateral de gobierno a gobierno. Los vis a vis en este país solo se dan con Cataluña y País Vasco. Los de tercera nos reunimos en la cocina con la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que es a quien fueron a parar ayer las peticiones de los canarios, llevadas dócilmente por nuestro gobierno.

En un clamoroso fallo de estrategia, sobre la reunión de ayer se habían creado demasiadas expectativas. Parece que al PSOE canario no le hace falta que los demás le pongan las cosas difíciles, ya se encargan ellos solos de anudarse la cuerda en el cogote. Ángel Víctor Torres pudo escapar ayer de ese trance tan complicado porque logró salir de la reunión con un pequeño hueso que tirarle a los lobos: Madrid permitirá el uso de los superávit presupuestarios que las corporaciones canarias tienen en los bancos.

La ministra Montero no puede convertir el agua en vino. Con medio gobierno sometido al delirium tremens del populismo, el gasto público se ha disparado. Se ha tenido que pagar a los aliados territoriales, con más transferencias, el apoyo a la investidura. El aumento en la nómina de los salarios públicos y la quiebra del deficitario sistema de pensiones se está comiendo los recursos disponibles. Los ingresos fiscales no dan para tantas obligaciones. Ni siquiera en los últimos años de prosperidad se han cumplido los objetivos del déficit. Y tampoco se subió el IVA al nivel de otros países europeos para recaudar más. Los gobiernos, en este país, son cuatro años que se invierten en lograr otros cuatro años en el poder al precio que sea.

España, ahora mismo, está peleando por conseguir un rescate de Europa sin que se note demasiado. Pedro Sánchez no quiere aparecer en una nueva rendición de Breda, entregando las llaves de la política económica y fiscal del país a los hombres de negro de Bruselas. Pero las cosas son lo que son, con independencia de lo que parecen. Necesitaremos muchos miles de millones que tendremos que pedir prestados aumentando nuestra deuda. Y nos obligará a vivir hipotecados el resto de nuestras vidas y las de nuestros hijos.

Es lo mismo que le pasa a Canarias: necesitamos un rescate. Torres ha ganado tiempo con una promesa de la ministra de Hacienda. Pero las promesas son, a veces, la ceniza de las esperanzas. Sobre todo cuando no se cumplen.