Las bolsas europeas cerraron ayer una jornada con fuertes recortes ante el mayor temor de los inversores a que una desescalada demasiado rápida provoque un rebrote de la pandemia, sobre todo en EEUU. En Corea del Sur, Alemania y China ya se ha producido un aumento de las infecciones después de iniciar la desescalada. Tampoco ha ayudado a despejar dudas la comparecencia del presidente de la Fed en el Instituto Peterson. Jerome Powell ha pedido más estímulos al Congreso de EE.UU., ya que la recuperación será lenta y descartó la posibilidad de tipos de interés negativos.

Con estos mimbres, las caídas han oscilado entre el -3,02% del OMX de Estocolmo al -1,94% del Ibex, que vuelve a ser por segunda jornada consecutiva uno de los mejores índices del viejo continente. En EE.UU., al cierre de esta publicación, teníamos caídas en torno al -1,5%.

En cuanto al resto de activos tradicionales, asistíamos a recortes en las tasas de rentabilidad de las curvas gubernamentales. El bono español a diez años bajaba al 0,80% y su diferencial con Alemania hasta los 133 puntos básicos. La estabilidad se impone en el mercado de divisas, con el euro en los 1,08 dólares.

Sin embargo, el martes, las bolsas europeas volvieron a cotizar en verde durante tras las caídas del arranque semanal. La cautela parece haberse asentado entre los inversores y el miedo a una segunda oleada de contagios y su consiguiente recaída en el inicio de la actual recuperación de la actividad es cada vez mayor. Pero no solo eso ha influido en el ánimo de los inversores. El otro foco de atención en aumento son las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos.

En este sentido, conocimos la negativa del presidente Donald Trump a renegociar la fase I del acuerdo comercial con nuevas rebajas de aranceles. Y en el ámbito macroeconómico, destacó el IPC norteamericano.