Bailar un fragmento de la coreografía de Beyoncé en la Super Bowl, posar con una almohada y un cinturón a modo de vestido o dar diez toques a un rollo de papel higiénico en lugar de a un balón. Todas estas genialidades proceden de TikTok, la red social de moda de la cuarentena. Se ha convertido en el consuelo de muchos para divertirse en casa: se la descargaron 2.000 millones de personas en todo el mundo durante el encierro, según la empresa de análisis Sensor Tower. Ante este panorama, la plataforma de vídeos cortos trata de sacar tajada de su éxito. La aplicación de origen chino ha crecido en confinamiento de forma considerable: pasó de 800 millones de usuarios activos en enero a 1.000 millones en marzo. Su crecimiento se ha notado sobre todo en China y Estados Unidos, dos países muy afectados por la pandemia. Su público sigue siendo adolescente: uno de cada dos usuarios tiene 24 años o menos. Hay chavales con 13 años dándole duro a TikTok. De ahí que la plataforma haya implementado durante el estado de alarma herramientas de control parental para la reina del flow en la cuarentena.

La red social supera los 2.000 millones de descargas durante el confinamiento y prepara botones de compra dentro de la aplicación La tiktoker Cosette Rinab. "aprender de alfabetización digital y cómo comportarse de forma inteligente en línea". En cuarentena también se creó un canal de información sobre el Covid-19 alimentado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para acabar con "varios mitos" sobre el virus. A medida que TikTok crecía, las influencers patrias se tiraban en masa a la red social. La excusa es que tienen más tiempo para "jugar" con la aplicación al estar en casa.

La realidad es que se abre una nueva línea de negocio. Con más de 1.500 seguidores se puede empezar a cobrar. Se estima que las marcas pagan por una publicación patrocinada alrededor de 100 dólares (unos 92 euros) por cada 10.000 seguidores.

Un ejemplo de éxito: Cosette Rinab. Es una joven californiana que compagina sus estudios en la universidad con un canal de Youtube y otro en TikTok. En este último, da las claves para sacarle el máximo partido a la plataforma y acumula 1.6 millones de seguidores. Gana hasta 1.800 euros al mes con su trabajo como tiktoker.

Otro ejemplo: Erika Buenfil, una actriz mexicana de 56 años, se ha convertido en la reina de TikTok al superar esta cuarentena los 5,6 millones de seguidores. Su vena cómica encanta en la red social y su caché ronda los 46.000 euros. Hay negocio en TikTok y la red social quiere sacarle el máximo rendimiento.

Prepara un botón de compra para añadirlo en las publicaciones patrocinadas y conseguir así que las marcas, además de pagar a las influencers, también paguen a la plataforma un porcentaje por ese servicio. En concreto, se quedarían con el 80%. Zhang Yiming, el desconocido propietario de TikTok, ya es uno de los hombres más ricos del mundo con 36 años. Su empresa, Bytedance, tiene una valoración de más de 301.000 millones de dólares, un precio que supera a Uber.

A TikTok, en esta época, todo le va sobre ruedas.