Cuando a Fidel Castro le juzgaron por el asalto al Cuartel Moncada, hizo debutar su solemne egotismo diciendo "la Historia me absolverá". La escasez y miseria pueden ser resultado de la explotación, marginación, infortunio pero a Castro le cabe el mérito de lograrlo por decreto, impecablemente planificadas, para varias generaciones. Se intenta absolver su Estado-economato con la sanidad, comparando siempre Cuba con Haití. Cuba en los años 50 del siglo pasado estaba en los baremos económicos por encima de España e Italia (guerras aún cercanas) y con muchos más médicos que ambas. Era puntera su sanidad.

Si ahora pones "médicos cubanos esclavos" en google, brotan 2.130.000 referencias.

La fábrica sanchista de bulos y mentiras sistemáticas y continuadas acorde con improvisaciones, errores, negligencias que van cometiendo, son revisadas por los organismos internacionales. Esta vez lo hizo la OCDE; nuestro puesto no era el 8 como mentía el gobierno, sino el 17. Denunciado por la OCDE, el gobierno se excusó: que dieron los datos desglosados. De lo que se hicieron eco todos los medios. Pues aun así, siendo ya público este incidente innúmero, el doctor Sánchez despreciando a los ciudadanos adultos volvió a mentir y persistió con el bulo en homilía de 28/04/20. A 1/05/20 el Informe Hopkins esgrimido por Sánchez tampoco existía. El problema no es el desprecio de Sánchez a las instituciones del Estado y la ciudadanía sino, lo que es infinitamente más grave en época de extrema gravedad, su negación de la realidad y el ególatra no reconocimiento del Otro. Aborrece y ningunea a la oposición. No por odio político, sino por limitar el libérrimo despliegue de su egolatría. Para su voz interior seguíamos en el puesto 8, para su falta de superyó (de moral) no hay autocrítica o posibilidad de culpa, sonrojo, ridículo, lo que hace obviamente que todo sea lícito, que mentir o decir la verdad resulte indistinto.

¿Ese narcisismo exorbitado podría entroncar con elementos del cuadro psicótico? ¿Y ese no distinguir la base moral entre verdad y mentir compulsivamente, ignorando al Otro receptor, tendría un anclaje psicópata? ¿Habría una estructura delirante en esa forma mecánica e impersonal de mostrarse envarado, endiosado, despótico con sus prebendas, con la ebriedad de saciarse con todas las posibilidades del poder (aviones, escoltas), hablarse en tercera persona, hacer telediarios todas las semanas?

No menor interés clínico tiene Iglesias salpimentado con fanatismo chavista. Hablar de ideas o política de estas dos psicologías resulta estéril, solo ansían el poder, no tienen ningún programa económico ni social, ni saben ni les importa, solo atienden las demandas imperiosas de su psiquismo, como Chávez, Stalin, Fidel Castro.