Los mercados de renta variable europeos continuaron rebotando ayer por segundo día consecutivo tras la abrupta caída del martes. Los catalizadores, fundamentalmente, son una prolongación de los de la jornada del miércoles. Esto es, una nueva recuperación en los precios del crudo, con el West Texas pesado americano con alzas por encima del 30% y las buenas dinámicas de la apertura norteamericana. En el otro lado de la moneda, pesaban los malos datos macroeconómicos que vamos conociendo, como el PMI germano, que se ha situado claramente en contracción y por debajo de las estimaciones previstas por el consenso de expertos (cayó hasta los 17,1 puntos desde los 35 anteriores).

En este contexto, el DAX alemán sumaba un 0,4%, el CAC francés subía un 0,8%, el MIB italiano, un 1,0% y el FTSE de Reino Unido un 0,7%. Nuestro selectivo nacional Ibex 35 se quedaba en el vagón de cola de los avances con un tímido 0,40%, aunque lograba consolidar los 6.700 puntos, y todo ello a pesar de contar con la complicidad de pesos pesados como Repsol y los bancos. En el ámbito de resultados empresariales, Bankinter daba el pistoletazo de salida para el sector y recortaba su beneficio un 10,1% tras provisionar 107 millones para paliar los efectos del Covid -19. Estas cuentas supusieron un claro catalizador para el sector financiero y animó al resto de bancos cotizados. En EE.UU. se observó un mejor comportamiento relativo frente a Europa, con alzas superiores al punto porcentual.

En cualquier caso, lo más relevante de la jornada fue el tono claramente cíclico desplegado, con los sectores más castigados durante la crisis del coronavirus situándose en los más alto de la tabla.

En el ámbito de la deuda, las primas de riesgo periféricas se relajan, con la prima española situándose por debajo de los 150 puntos básicos (-10 puntos frente al miércoles). En el mercado de divisas, los movimientos resultaron ayer poco relevantes.

*Responsable de Mercados de Banca Privada de BBVA en España