"Hay dos eses, sensibilidad y sentido común, que deberían ser obviedades, que deberían casi darse por hechas, pero por desgracia son valores cada vez más escasos"

Antonio Gala

Me pregunto si la sensibilidad se puede desarrollar o, como decía un profesor mío, "viene de esa fábrica de la niñez"?

Me recuerda un poco a esa pregunta que me han hecho en infinidad de ocasiones de si con liderazgo se nace o se hace, a lo que yo suelo responder "que un buen entrenamiento, apoyo y soporte construye grandes líderes".

Me gustaría preguntarte si te consideras una persona sensible, y si fuera así ¿de qué manera manifiestas esa sensibilidad? ¿Cuáles son tus entornos propicios de desarrollo de esa sensibilidad? Y en el ejercicio de liderazgo, ¿qué haces para ser percibido de forma sensible? ¿Qué acciones de tu ejercicio diario ponen de manifiesto esa sensibilidad? Y lo más importante, ¿cómo lo mides? Quizás has optado por cuestionarte si la sensibilidad, entendido como valor, tenga que ser esencial en el decálogo del líder o no?

Si hiciéramos una consulta etimológica nos contarían que, la sensibilidad es la facultad de un ser vivo de percibir estímulos externos e internos a través de los sentidos. En fisiología, es la función del sistema nervioso que permite detectar a través de los órganos sensoriales las variaciones físicas o químicas que provienen del interior del individuo o de su medio externo. Y como capacidad, la definiríamos como la propensión natural de las personas a emocionarse ante la belleza, valores estéticos o ante sentimientos como el amor, la ternura o la compasión. Viene a ser como nuestro termómetro de la realidad.

Y me pregunto, si somos insensibles a la realidad que nos rodea, ¿cómo conectamos?, ¿cómo empatizamos?, ¿cómo podemos desarrollar un proyecto político vinculante a la ciudadanía?, ¿cómo consigo adhesiones?, ¿desde qué lugar hacemos el análisis adecuado para tomar decisiones adaptadas a "realidades que importan"?

Me gusta hablar de este concepto cualitativo "realidades que importan" cuando desarrollo procesos de coaching dentro de la política. En política hay una tendencia o habito natural a invertir tiempo para hablar de los problemas de la política, lo que lleva, en ocasiones, a una percepción de desapego y retraso en la toma de decisión, así como al desarrollo de estrategias de comunicación descontextualizadas del sentir general, alejándose de lo que la gente denomina "sentido común".

Uno de los caballos de batalla a lo largo de mi trayectoria profesional es "el mal entendido concepto de la emocionalidad", solapado con las estrategias de marketing político. Me he encontrado opiniones inclinadas a vincular el concepto emocional con determinadas ideologías o proyectos políticos de índole social exclusivamente. Otras creencias se centran en darle un porcentaje de valor político absoluto a la razón, entendiendo que la intención de voto y adhesión esta motivada o impulsada puramente por un análisis racional. O que es fácil definir un perfil de político emocional y empezar a venderlo como producto? Y es ahí donde los psicólogos y expertos en comunicación política entramos a romper esa falsa creencia. "El secreto del liderazgo de éxito esta en conectar con las emociones de otros, no creamos emociones nuevas, sólo nos sensibilizamos con las de otras personas", "Lo otro es un producto, maquetado, con un corto recorrido".

El líder de hoy no crea un discurso de la nada, primero lo tiene que sentir, tiene que estar en hospitales, tiene que escuchar a las personas que han perdido a sus seres queridos, tiene que sentarse con médicos, con enfermeras, con farmacéuticos?, y escucharlos, para conocer su realidad, para sentir lo que ellos sienten, para poder analizar la situación desde el plano de otros, y desde ahí estudiar "realidades que importan". Cuando llega el día de dar su discurso, lee un buen discurso, hecho junto a uno de sus asesores, pero es "tan sentido" "es interior" "es desde los anhelos de la ciudadanía que dirigimos" que cada una de las personas que te están escuchando lloran de emoción porque se sienten reflejados. Ese es el gran secreto de los líderes de la historia? la huella.

En breve, iniciaremos la incorporación a un nuevo modelo social, una sociedad que demandara nuevos valores, donde nuestra capacidad de sensibilización para captar esa nueva realidad será la base para definir nuestra estrategia, y lograr adhesiones.

10 Tendencias Claves Liderazgo Político POST- COVID-19

- Definir una nueva política de afectos.

- Potenciar nuestra comunicación no verbal.

- No emocionar, conectar con las emociones de otros.

- Liderar desde un estilo político de gestión mas técnica.

- Tomar decisiones en espacios temporales reducidos.

- Informar y comunicar en el presente, "aquí y ahora".

- Minimizar públicamente los problemas de la política y maximizar públicamente la gestión y resultados.

- Potenciar el liderazgo político desde las técnicas clásicas de management.

- Potenciar los canales de comunicación digital como prolongación de la marca personal.

- Aumentar la formación de equipos especializados que nos acompañen en el desarrollo de nuestro liderazgo político.

@EtikMaite

www.etikpolitica.es

Psicóloga. Asesor

Coach Político CEO ETIK