Un sondeo encargado por la Presidencia del Gobierno de Canarias al Instituto Perfiles y filtrado ayer por Canarias 7 ha provocado un gran revuelo en el entorno de Presidencia. El sondeo, realizado en los últimos días de marzo, es muy positivo a la hora de valorar la actuación del Gobierno de Canarias y de su presidente en relación con la crisis del Covid, que los encuestados - on line y por teléfono- califican muy por encima de la del Gobierno de la nación y la de Pedro Sánchez. Lo que sorprende es que los responsables de Presidencia en Canarias, en una situación tan compleja como la que estamos viviendo, dediquen recursos a la realización de un sondeo para conocer cómo valoran los ciudadanos el comportamiento del Gobierno de Canarias y de su presidente en esta crisis. En un momento en el que todos los esfuerzos -económicos, organizativos y mentales- deberían estar dirigidos a combatir la pandemia, uno se pregunta qué valor tiene este sondeo -nos dicen que habría costado algo menos de 5.000 euros- para luchar contra la enfermedad, conocer mejor como actúa o el impacto de la reclusión en los ciudadanos.

De hecho, los responsables del encargo, que son el viceconsejero de Comunicación y Relaciones con los Medios, Ricardo Pérez- y el Director General de Comunicación, Juanma Pardellas, han actuado con escasa empatía al encargar el sondeo, y con bastante torpeza al filtrarlo. Han creído que era importante vender la buena valoración del presidente Torres entre los ciudadanos, en un momento en el que las preocupaciones de los ciudadanos están bastante al margen de la política. Personalmente, creo que se trata de un sondeo contraproducente: Torres está haciendo el mejor trabajo que puede hacerse en estar circunstancias, que es demostrar que se está al pie del cañón -el tío no ha parado de trabajar, reunirse, hablar con todo el mundo- y mantener una esforzada voluntad de consenso y colaboración con el resto de las fuerzas políticas. En materia de conflicto entre partidos, Canarias es hoy un absoluto remanso de paz. Algo tendrá que ver en esta paz el cierre del Parlamento, que impide de facto las tareas de control del Gobierno, pero Torres no escatima esfuerzos ni tiempo para mantener informados a sus colegas de la oposición. De hecho, habla más hoy con la oposición que con algun@s colegas del Pacto de las flores.

Además, la trabajada aura de sencillez y bonhomía de Torres y su ausencia de crítica alguna a los adversarios en este tiempo maldito, han logrado que se sitúe p,ermanentemente fuera de cualquier fuego cruzado, a pesar de algunos errores de bulto en la gestión de la crisis, como el retraso en el cese de la consejera de Sanidad, o un exceso de sometimiento a la jerarquía de Moncloa.

En los próximos días escucharemos justificaciones para paliar el daño de imagen realizado por un sondeo que pretendía precisamente vender imagen, y nos dirán que este sondeo es el más barato de la historia -y es verdad, es una verdadera ganga- y que el Gobierno no quería un sondeo político, sólo sociosanitario. Y esa sí que no cuela: Perfiles no hace estudios epidemiológicos, ni ha preguntado a los encuestados en éste sobre la situación en los centros, sobre el cansancio de los sanitarios o sobre la dificultad para disponer de material. En Presidencia han metido la gamba hasta el corvejón. Le han hecho un flaco favor a Torres.