En este momento, el Reino Unido y los Estados Unidos no tienen idea de cuántos casos tienen. Solo sabemos que el número oficial no es correcto, y el verdadero está en las decenas de miles de casos. Esto ha sucedido porque no estamos haciendo análisis y no estamos rastreando.

Con unas pocas semanas más, podríamos poner en orden nuestra situación de prueba y comenzar a evaluar a todos. Con esa información, finalmente sabríamos el verdadero alcance del problema, dónde debemos ser más agresivos y qué comunidades son seguras para ser liberadas de un bloqueo.

Los nuevos métodos de análisis podrían acelerar las pruebas y reducir considerablemente los costes. También podríamos establecer una operación de rastreo como las que tienen en China u otros países de Asia Oriental, para identificar a todas las personas que conocieron las personas enfermas y ponerlas en cuarentena. Esto nos daría un montón de conocimientos para divulgar más adelante nuestras medidas de distanciamiento social: si sabemos dónde está el virus, solo tenemos que ocuparnos de esos colectivos. Esto no es ciencia espacial: es cómo los países de Asia Oriental han podido controlar este brote.

Tomás Pueyo, especialista en psicología del comportamiento y uno de los empresarios más talentosos del planeta, con varias aplicaciones de móvil virales, escribió hace días uno de los artículos más consultados del mundo sobre el coronavirus. EL DÍA desgrana su contenido en esta sección en varias entregas.