Todo va a salir bien

Son días diferentes los que estamos viviendo, nuevos, inciertos, nos pasan cosas que pensamos que no nos están pasando? y aunque obsesionarnos no es positivo, desarrollar realidades paralelas tampoco nos ayuda, porque corremos el riesgo de dejar de empatizar, especialmente si lideramos proyectos políticos y, lógicamente, a personas.

Nuestras agendas no pueden están por encima de las realidades, sencillamente es útil modificarlas y reajustarlas a objetivos ajustados a la nueva realidad. En ocasiones analizas la actividad política y el despliegue político de algunos gestores públicos y sientes que la realidad que comparten no es del todo la autentica; a veces reducir la velocidad contribuye a modificar nuestra hoja de ruta y "permitirnos admirar" que está ocurriendo a nuestro alrededor, que está sintiendo la ciudadanía, cuales son sus preocupaciones. Evitemos que nuestro discurso sea del problema aunque sí contemporicemos con él, sencillamente porque si no conectas con las emociones de la ciudadanía, la ciudadanía desconectara de ti.

Todas las mujeres que habitan en mí

Pensamos que nuestras ideas son las ideas de los demás, y que el centro de nuestro pensamiento puede convertirse en el centro de otros; realmente, es más falacia que realidad.

Quizás para una mujer, la manifestación del 8M puede tener una prioridad X y para otra mujer puede ser la situación sanitaria su máxima prioridad, o resolver cómo regresan sus hijos del extranjero su única prioridad.

Constantemente en las Cumbres, encuentros y congresos se insiste en que las campañas electorales sean dirigidas a los infinitos micro target que tenemos obligación de seducir, si queremos ganar. Hay una canción de Vanesa Martin que me encanta: "Todas las mujeres que habitan en mi" refleja el sentir de muchísimas mujeres, a las cuales se hace difícil representar.

Sentirnos que representamos a la mayoría porque nos colocamos ideológicamente en un lugar u otro, es como una tormenta de arena, un espejismo. Si ya las ideologías van dejando de tener protagonismo, ¿a dónde vamos identificándolo con causas ambiciosas vinculantes, no crees?

Si yo fuera mujer dentro de la política activa cambiaría el foco, llevaría a la mujer hacia el lugar poderoso del liderazgo femenino. Me encanta hablar de liderazgo y menos de feminismo; el liderazgo es individual y no comparable, porque es una cuestión de marca y habilidad, no existen dos iguales, ni entre mujeres, ni entre mujeres y hombres. Me gusta porque es pura identidad, y no ofrece comparación.

Recursos públicos si, y también cambiemos la noticia, modifiquemos la estrategia, proyectemos la imagen de la persona que gana, dediquemos tiempo a explotar las historias ganadoras, aquellas que han superado y logrado su liderazgo de vida.

Salgamos a la puerta de una institución y hablemos también de los agresores, de las penas que cumplen, de las medidas que tomamos, de lo difícil que lo tienen, de lo complicado que será su futuro; dotemos nuestros servicios públicos y hagámoslos móviles, acerquémoslos a los domicilios, a los colegios. Económicamente, olvidémonos de la unidad familiar y dirijámonos a la individualidad, ofreceremos libertad?

España se merece ganar

Me quedo con el himno ganador que las fuerzas aéreas italianas desplegaron en el aire para dar motivación a toda su gente. Demostrémosle al mundo de lo que somos capaces, de que juntos somos más grandes, contribuyamos con todo aquello, por mínimo que sea, que haga que esta travesía sea más cómoda. Desde el esfuerzo y responsabilidad individual, para juntos crear un gran esfuerzo y responsabilidad colectiva. Y dentro de nuestros corazones, un lugar especial para todos los equipos médicos y líderes que nos están protegiendo a diario, y que con una sonrisa nos dicen "todo va a salir bien".