Uno de los mayores problemas con que cuenta nuestro País es el abuso y fraude sistemático del absentismo laboral (excluyendo el absentismo justificado), que cuestan casi 8.000 millones de euros al año, a lo que tenemos que incrementar el coste que asumen las empresas en las bajas de corta duración.

Este importe equivale a que 753 mil trabajadores no se presentaran a trabajar en su centro de trabajo durante un año completo.

La última reforma laboral aprobada no introdujo el despido de personas con bajas reiteradas, sino que posibilitaba que, en caso de acudir el extremo del despido, éste podría ser considerado como procedente con una indemnización de 20 días, en vez de improcedente con 33 días y un máximo de 2 años.

Cuando una empresa despide y no lo hace por una situación manifiesta de dificultad en su viabilidad repone otro trabajador en el puesto de trabajo que necesita con mayor eficiencia y compromiso, por lo que se hace necesario disponer de soluciones de índole económica y social.

Las sentencias de los tribunales hablan de falta de proporcionalidad en los despidos, pero nunca de nulidad, por lo que se trata de buscar un equilibrio entre la decisión empresarial y el derecho del trabajador en convergencia con el derecho internacional aplicado en los países desarrollados.

Esta tendencia del legislador a incrementar el coste del estad del bienestar a costa de las empresas y de los propios recursos de la administración pública son una apuesta contra la productividad y tendrá efectos perniciosos en la viabilidad del tejido empresarial y en la estabilidad y calidad en el empleo.

Recordemos que la reforma laboral pretendía acabar con el despido improcedente y hemos vuelto a caer en sus brazos.

La solución no viene de la mano de discutir si el despido es la única solución, pues siempre es la ultima consecuencia, sino un compromiso público privado para controlar el peso del fraude en el absentismo laboral mediante el control de las I.T. (bajas) tanto por enfermedades laborales como por las derivadas de las enfermedades comunes.