La buena noticia es que los médicos han decidido no ir a la huelga hoy, evitando con ello perjudicar a miles de pacientes de la sanidad pública canaria. Después de días de movimientos orquestales en la oscuridad, de declaraciones de plataformas descolgándose de las movilizaciones o anunciando su apoyo a las mismas, y ante la atrabiliaria decisión de la consejera Cruz Oval, que decidió suspender las negociaciones hasta después de la huelga, el presidente del Gobierno, Ángel Víctor Torres, decidió intervenir y plantear a los sindicatos convocantes -UGT, CCOO y Satse- abrir con carácter inmediato una mesa de negociación para adelantar la convocatoria descentralizada de las ofertas públicas de empleo, el principal asunto que enfrenta desde hace meses a los sindicatos y Sanidad.

La mesa sectorial que intentará resolver el conflicto laboral que ha enfrentado a los sindicatos con la consejera estará participada por representantes de los trabajadores del sector, dos de ellos del Sindicato de Médicos, técnicos del departamento y sus servicios jurídicos.

La decisión de Torres, que ayer se reunió por separado con UGT, CCOO y el Satse, acompañado por la consejera, ha sido celebrada por los sindicatos, porque logra desconvocar la huelga -al menos con carácter provisional- y supone una clara aproximación a la propuesta de los médicos. Aunque es cierto que tanto Batista, de UGT, como Rodríguez Tapia, de CCOO, han recordado que la decisión de paralizar la huelga solo afecta a la convocatoria de mañana, amenazando con volver a las movilizaciones si no se arreglan las cosas. Pero es poco probable que ocurra. Si un presidente del Gobierno se moja para desatascar un problema enquistado, sería poco razonable dejarle tirado no llegando a un acuerdo razonable que -además- estaba básicamente cerrado con el anterior equipo de Sanidad. Podría decirse que Torres ha logrado justo lo que se esperaba que hiciera la consejera? y no quiso o no supo hacer, aumentando con ello el encanallamiento sindical ante una situación que se perpetúa sin que nadie aporte soluciones.

La desconvocatoria de la huelga es sin duda un éxito personal de Torres. El segundo en este asunto, bastante radicalizado desde hace ya tiempo, y en el que el presidente del Gobierno se ha visto forzado a intervenir en dos ocasiones: el pasado mes de octubre, Torres tuvo que mediar también para lograr que los sindicatos pararan la huelga anunciada para unas semanas antes de la celebración de las elecciones del 19 de noviembre.

Tras el acuerdo con los sindicatos y la desconvocatoria de la huelga de hoy, ha cambiado incluso el lenguaje de la consejera: se ha referido a su "respeto absoluto" por las organizaciones sindicales, de las que ha dicho que "defienden los intereses de los trabajadores", y ha asegurado que va a mantener el diálogo abierto hasta alcanzar un acuerdo. El mismo discurso de Torres. No podía ser de otra manera: el presidente ha recordado que el compromiso del Gobierno es seguir negociando "las mejoras que plantean las organizaciones sindicales", y "tender puentes para llegar a todos los acuerdos que sean necesarios para mejorar la situación de los trabajadores". De momento, se trata sólo de palabras, pero son las que hacía falta decir para evitar una huelga completamente innecesaria y previsiblemente inútil.