Para vivir nuestras vidas las personas necesitamos de los bienes y servicios que nos facilitan otras personas, y esto es algo que sucede desde que nacemos hasta que morimos. Y siempre ha sido sí, desde que los seres humanos somos humanos hasta la actualidad. Pero, obviamente la forma en que se organiza todo esto a lo largo de los tiempos ha cambiado mucho a lo largo de los tiempos. Salgo de mi casa y pongo un pie en la calle. Mi casa existe porque alguien la construyó, la calle existe y es transitable porque alguien la construyó y se encarga de que lo sea.

El mito del self made man, tan popular en estos días plantea que los seres humanos somos fundamentalmente autosuficientes, y que si nos ponemos de acuerdo entre nosotros no necesitamos de instancias superiores. Ahora que están reponiendo en televisión la La casa de la pradera, serie que marcó la infancia de muchas generaciones., esta idea podría ejemplificarse en el Far West americano, En ese mundo mi casa existe porque la construí yo; la calle, como tal, no existe, es camino que se hace al andar y pasar los carros, y si está más o menos limpio es porque cada quien limpia la parte que pasa delante por su casa; si uno se pone malo va al matasano del pueblo; si tiene dinero, al médico de la ciudad; y si no tienes nada, y vives en una cabaña aislada en el fondo de una pradera quizá mueras desangrada por un corte estúpido mientras hacías la comida para tu familia. En Canarias podríamos cambiar el ejemplo del Far West americano por muchas de las zonas de las islas hasta hace menos de 50 años. Zonas rurales y periurbanas que se han desarrollado básicamente a partir de la auto construcción, donde la casa se la construía la gente, los caminos eran vecinales y no había médicos o escuelas. En muchos pueblos y barrios, los mayores nos pueden contar que aún tienen memoria de cuando llegaron cosas como "el camino asfaltado", o "la luz", por lo que podría decirse de alguna manera que el "Estado" llegó en la época de Franco. En muchos barrios y pueblos, la gente que hoy en día está en edad de criar hijos nos pueden contar que aún recuerdan cuando pusieron en su pueblo o barrio un Colegio, un Instituto o un Centro de Salud, o incluso Bibliotecas o Centros de Cultura. Por lo que podría decirse que, de alguna manera, algo así como "el Estado del Bienestar" llegó en la época del Estado de las Autonomías. Ni desenterrar a Franco ni pretender enterrar el Estado de las Autonomías va a cambiar el hecho de que es nuestra historia la que explica el presente.

En la actualidad hay quien plantea que si hay quien quiere montar una escuela, y quien quiere pagarla, mejor dejar que se encargue el mercado (las empresas), que como lo haga el Estado siempre van a venir los políticos de turno a llenarse los bolsillos sin hacer nada; si hay quien está dispuesto a montar una consulta médica, y quien a pagar por ir al médico, que la sanidad sea privada; y si hay, como parece indicar la proliferación de anuncios de compañías de alarmas y seguridad privada, quien está dispuesto a pagar porque se garantice su seguridad, quizá sería mejor tener compañías de seguridad privada en lugar de policía. Y por qué pagar a alguien para que limpie en las calles si cada vecino puede limpiar la parte que pasa por delante de su casa?Al fin y al cabo, todo esto no es muy distinto de lo que se veía en los pueblos del Far West americano, y bien felices que se les veía a todos en La casa de la pradera.

Aunque en la actualidad existe el consenso generalizado de que "los poderes públicos" han de jugar un papel fundamental en la construcción de ese mundo que damos por descontado cada vez que salimos a la calle: las aceras bien hechas, el semáforo que tiene luz y funciona, el comerciante que me vende el pan, la maestra que enseña a los niños, las personas que hace posible que funcionen los teléfonos móviles y que los abuelos se comuniquen con sus nietos? Parece existir también el consenso de que el rol que "lo público" ha de juzgar en la construcción de ese mundo que damos por descontado en ha de ser mayor de lo que lo era hace un siglo.

No es que antes se pensara " si llegas a los 65 y no has ahorrado para vivir sin trabajar el resto de tu vida te jodes". Es que antes había dos tipos de personas: quienes podían vivir sin trabajar, y por eso llegaban a viejos, y quienes se tenían que matar trabajando, y claro, si el momento en que la gente se moría era en el momento en que dejaban de trabajar las pensiones no eran un problema.

A menudo se ha dicho que la gestión de una empresa es el modelo con el que en la actualidad se pretende gestionar la sociedad y la política. En realidad, el modelo que impera es el de una empresa que se pretende gestionar desde el márketing sin tener en cuenta la contabilidad. Los partidos lanzan propuestas, a menudo no sólo contradictorias entres si, sino con los mismos principios que dicen defender, sin plantearse cómo afectan a las cuentas.