A un europeo le resulta difícil de entender que el caos político de Venezuela pueda prolongarse tanto tiempo, y cada vez sea más caótico. En mi modesta opinión, las instituciones llamadas representativas pueden durar muchísimo, a condición de que su caos no sea mayor que el de la sociedad a la que representan. Recomiendo vivamente la lectura de la colección de crónicas, de excelente factura literaria, "Caracas muerde", de Héctor Torres, de reciente publicación en España (Ed. De Conatus). Las crónicas (relatos basados en hechos, entiendo) tienen valor por sí mismas, incluyen descripciones formidables de la vida real, logran un alto vuelo emocional en ocasiones y reflejan lo tremendo sin caer en el tremendismo, pero sobre todo (al menos para mí) explican cómo se puede hacer vida, alguna felicidad incluida, en medio del caos y la inseguridad que reinan a ras de suelo de la "revolución bolivariana".