Militante socialista. Abogado. Ex fiscal general del Estado

En los tiempos de mayor desbarajuste, continúa Azaña, subyugado el gobierno catalán por la CNT, pactó con los sindicatos un decreto de militarización, concediendo en cambio que ciertas industrias serían oficialmente colectivizadas. La colectivización y ruina de las industrias y fábricas de material de guerra en Cataluña, desarmaron al gobierno de la República. En cierta ocasión, el gobierno catalán suspendió o prohibió la fabricación de un pedido contratado directamente por el gobierno de la República. Hasta septiembre de 1938 no se decidió el Gobierno Negrín a militarizar, sometiendo al ministerio de la Guerra, las fábricas de material. En su artículo "La Insurrección libertaria y el Eje Barcelona-Bilbado", Azaña, decepcionado, que había sido el autor y brillante principal defensor del Statut en 1932, escribió: " Los hechos, parecen demostrar que, con monarquía o con república, en paz o en guerra, bajo un régimen unitario y asimilista o bajo un régimen autonómico la cuestión catalana perdura como un manantial de perturbaciones, de discordias apasionadas, de injusticias. Es la manifestación aguda, muy dolorosa, de una enfermedad crónica del cuerpo español", asumiendo así el criterio de Ortega y Gasset cuando en el debate de 13 de mayo de 1932 sobre el Estatuto de Cataluña, sostuvo que el particularismo independentista catalán era una enfermedad incurable.

En la primavera de 1938, en un rapport del Estado Mayor, se afirmaba que, perderse Madrid, Valencia y toda la zona centro-sur de la península, no significaría haber perdido la guerra, porque desde Cataluña podía emprenderse la reconquista de toda España. En realidad el mismo Azaña ya daba por perdida la guerra en esa fecha, pero el desarme y la traición del catalanismo de izquierdas precipitaron la derrota de la República el 1º de abril de 1939, que podría haber resistido sin muchas dificultades cuatro meses más hasta el comienzo de la segunda guerra mundial con la invasión por Alemania de Polonia y de los Sudetes de Yugoeslavia en septiembre de 1939, lo que hubiese salvado a la República al quedar al lado de las democracias occidentales, que era el objetivo primordial de la política de resistencia del presidente Negrin, frustrada por el independentismo catalán liderado por ERC.

Recientemente el historiador J.F. Fuentes ha revelado que los separatistas catalanes Nosaltres Sols¡, liderados por ERC, de posiciones abiertamente racistas, ahora admirados y denominados por Torras como "pioneros de la independencia", mantuvieron contacto poco después de la victoria del Frente Popular y en plena guerra civil con Hitler, ofreciéndole colaboración y grupos armados para que apoyara la independencia de Cataluña, destacando las similitudes históricas entre el pangermanismo y el pancatalanismo. Antes del estallido de la Guerra Civil Española, los mismos separatistas catalanes, ofrecieron bases militares a la Alemania nazi en un futuro Estado Catalán a cambio de recibir entrenamiento en "manejo de aviones y en la preparación de explosivos". En plena Guerra Civil, los partidos nacionalistas catalanes, liderados por ERC, y vascos, intentaron pactar una paz por separado con la mediación de Inglaterra y Francia. A cambio, pedían que los aliados les garantizaran, ante el ejército franquista, la independencia de Cataluña y el País Vasco. Los nacionalistas catalanes envían a Inglaterra un memorando en el que ofrecen la creación de un protectorado anglo-francés sobre el Cataluña y el País Vasco, con la incorporación de Baleares y Valencia. En marzo de 1938, hicieron un trabajo conjunto para presentar una propuesta de paz a Inglaterra y Francia que consistía en qué si se les daba prácticamente la independencia, entregaban Madrid a los golpistas de Franco. En estos momentos difíciles, antes de que el PSOE empezara a negociar la investidura con ERC, ya el líder de hecho de este partido, vicepresidente de la Generalitat, ha alentado las movilizaciones y los cortes de carreteras en Cataluña, traicionado así una vez más al nuevo gobierno que pueda formarse. Como militante socialista veterano que ha dedicado más de media vida a la reivindicación histórica de Juan Negrín, presidente socialista del Gobierno de la II República, ilustre estadista y científico, maestro de grandes maestros, creo que el Gobierno que forme Pedro Sánchez-Podemos, con el apoyo o abstención de ERC, será prácticamente inviable, opinión, al parecer, aislada en el PSOE, por lo que no lo apoyaré en la anunciada consulta a la militancia socialista, aunque celebraría equivocarme, para bien de éste más que centenario partido, y, sobre todo, de España.