La alcaldesa de Arico, Olivia Delgado, se ha enterado de que tienen previsto presentarle una moción de censura. Su primera reacción fue llamar a los ciudadanos de Arico a luchar para defender su actual gobierno socialista. Esas apelaciones a las movilizaciones populares son bastante peligrosas porque un día pudiera ocurrir que alguien interprete que muerto el perro se acabó la rabia. O sea, que sin candidato a alcalde no hay censura. El PSOE, como todos los partidos, ha presentado mociones para echar a alcaldes y presidentes de cabildos cuando y donde ha estimado conveniente. Y suena muy mal que cuando la presentas tú sea muy democrática y cuando te la presentan llames a la sublevación. Si en Arico hay más concejales que apoyan a Sebastián Martín que Olivia Delgado, está todo dicho. Apelar al pueblo para que luche en no sé qué guerra y no sé de qué forma parece algo poco elegante.