Me parece un lujo poder estar contigo en un día tan especial como hoy. Hay una definición de reflexión que me encanta, "considerar algo con detención, para actuar con poste-rioridad". ¡Me gusta!, significa dinamismo, ¡frescura!

Una reflexión es la antesala de la acción, reflexionar es una economía de tiempo, ¡necesaria!, es la salida que necesitas para dejar de estar atrapado en tus problemas.

Reflexionar es detenerse y contemplar activamente.

Reflexionamos cuando ejercitamos la crítica no solo con lo ajeno, sino sobre lo propio. Es un binomio inseparable de la paciencia, de la empatía, destinamos tiempo a ponernos en el lugar del otro. Nos hace más humildes, porque nos aporta conocimiento sobre nosotros, es un momento en el que cambiamos intensidad por profundidad, y dejamos de ser intensos para deshacernos en pequeños matices que nos reconstruyen para dirigirnos a un objetivo definido, siempre reflexionamos para?

Es un camino de ida y vuelta porque el retorno siempre es rentable, nos ordenamos emocionalmente, y eso provoca que contrastemos con otras personas nuestra nueva perspectiva. Es saludable y necesaria, ¡nos desmitificamos!

Si no somos capaces de desmitificarnos, difícilmente conectaremos. Nos cuentan los estudios sobre el carisma que es una combinación de poder y calidez, el poder entendido como la seguridad que desprendemos en nuestra ejecución, en nuestra acción, en nuestra toma de decisión sumado a la ternura que desprendemos, a ese aroma que proyectamos.

Hoy pueden estar pasando por nuestra cabeza muchos pensamientos, evocamos recuerdos, sensaciones, nos vienen emociones unidas a personas, a candidaturas, a partidos, a candidatas, a ideologías, a proyectos políticos, a historias de vida, a sonrisas que hemos visto en líderes carismáticos? Recordamos opiniones periodísticas y pasamos por emociones diversas, la del desencanto, la del cansancio, la de la tristeza, la de la ilusión, la de la oportunidad, la de la renovación, la del crecimiento, la de la confianza, la de la implicación, la de querer ser partícipe de tu futuro, la de sentir que tú tienes el control sobre lo que ocurre?

Os voy a contar una pequeña historia. Hace unos años, cuando inicié mi trayectoria profesional, me hicieron mi primer contrato en una empresa maravillosa, que fue mi gran escuela; al finalizar el periodo de prueba me llamó mi director a su despacho. Yo, que era una niña con tan solo 22 años, fui a ese despacho con inquietud y cierto temor, por no decir con pánico? y me senté en aquel sillón enfrente de todo un señor espectacular y me preguntó, "¿cómo lo hemos hecho en estos dos meses?, ¿cómo te has sentido en el equipo?, ¿hemos pasado el periodo de prueba? Porque este periodo de prueba no solo lo tienes que superar tú, también lo es para nosotros, también lo es para mí. Tú puedes tomar la decisión de no continuar porque somos nosotros los que quizás no hayamos llegado". Fue toda una enseñanza para mí, que contribuyó a desarrollar ese constante cambio de perspectiva en el análisis de las situaciones, y equilibrar los análisis independientemente del lugar o protagonismo que esa persona pueda tener.

Hoy reflexiona también el ser humano que está detrás del cargo público, de la candidatura política, reflexiona desde la ilusión de un proyecto que quiere materializar, desde el esfuerzo que conlleva el vaivén de la política, desde los valores que le impulsaron a iniciar su carrera política; es colocarse de nuevo en la casilla de salida, es pasar por el proceso de la evaluación, es preguntarse si después de esto merece la pena seguir. Es medirse, mirarse y encontrarse. Es reflexionar sobre su Plan A y su Plan B, es valorar que lo que sucede conviene, es reflexionar sobre su lugar dentro del partido, si ha merecido la pena llegar hasta aquí...

Esa reflexión que nos lleva desde el cansancio y la duda hasta la ilusión, es en esa ilusión donde ciudadanía y política se encuentran.

Tengo la convicción de que siempre merece la pena dar el paso, y desafiar a la indecisión.

Ya lo dice Juan Magán en su canción:

"Si tú te atreves conmigo.

Yo me atrevo a todo contigo.

No habrá piedras en el camino.

Que puedan cambiar el destino.

Pero si vienes junto a mí.

Vuela junto a mí".

Como decía aquel primer director que tuve, ¿he pasado el periodo de prueba para ti? Esa pregunta debemos de hacérnosla desde todas las perspectivas, desde la candidatura y, lo más importante, desde el elector. Nosotros, como electores, también estamos en evaluación, así que preguntémonos si los políticos nos votarían a nosotros como ejemplo de ciudadanía porque, como decía, la reflexión es un proceso de ida y vuelta.

*Psicóloga. Asesor Coach Político. CEO ETIK

@EtikMaite www.etikpolitica.es