No pensé yo escribir de bocadillos, pero ayer vi a un tipo mandándose uno de sardinas con cebolla y tomate y me vine arriba. Los de salami con queso triunfan aquí y allá. En el bar de Alonso, en San Miguel de Geneto, Noly, el propietario, hace unos de tortilla con pan de leña, de esos para hombres. Allí por las mañanas se cotizan de verdad. Cosme, en su bar Royal de La Laguna, hace los mejores de pollo que he probado en mi vida. Y justo al lado, en la Vega Lagunera, Toñi y su mujer Olgui, además de unos churros sabrosos, hacen unos bocadillos de lomo brutales.

¿Qué, les está dando hambre? Luego es verdad que están los que piden las pulguitas de pan integral con queso y tomate. Oiga, todo es respetable. En el otro extremo, los que piden el bocadillo grasiento de queso y bacon recién hecho. Cómo huele eso, amigo. Mención aparte para los pepitos de ternera bien aplastados a plancha.

Hay gente más simple en esto. Un conocido político lagunero siempre pedía conmigo uno de jamón o chorizo Revilla con mantequilla. Igual podíamos hacer un bocadillo para este domingo electoral. Un poco de Pedro Sánchez con mostaza, algo de Ana Oramas con su pimienta, un aderezo de Pablo Iglesias así morado, Tabasco de Santi Abascal, apenas de lechuga de Albert Rivera y un buen lomo embuchado de Pablo Casado. ¿Qué les parece? ¿Se lo comen? Ahí les dejo eso.