La decisión del Gobierno regional de subir un punto -de 24 a 25- la tributación de quienes cobren más de 90.000 euros al año -7.600 personas- reportará a las arcas públicas 70 millones de euros. Eso dijeron ayer todos los medios de comunicación de las Islas, haciéndose eco, supongo, de algún sesudo cálculo gubernamental, que viene a demostrar que de los cuartos que van a pagar los canarios con más renta para ayudar a equilibrar el presupuesto, suponen casi la mitad de los 153 millones que vamos a pagar entre todos -incluso quienes carecen de renta- gracias a la subida de medio punto en el IGIC, o los tipos nuevos de tributación por telefonía (cuatro puntos más) y electricidad (tres puntos más).

Uno aprendió a hacer cuentas con los dedos cuando era chico, y desde entonces, no he parado de hacerlo cada vez que alguien me pone un problema enfrente. Reconozco que soy tan malo con las matemáticas que tuve que estudiar una carrera de letras, para desesperación de mi señor padre, que era de los que creían que un joven de provecho sólo podía estudiar para ser médico, abogado o ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Nunca se me dieron las mates, pero no hasta el extremo de dejarme colar una milonga de proporciones supernova. Porque lo que de verdad ocurre es que si son 70 millones lo que tributarán esas 7.600 personas por el aumento de un punto en el tramo autonómico del IRPF, ese punto supondría por contribuyente una tributación adicional de 9.210 euros. O lo que es lo mismo: que una persona que tenga una renta de 90.000 euros -si no miente alguien- pagará como IRPF anual 230.250 euros, o sea, que pagará en impuestos directos el doble y medio de lo que cobre. Y yo de listo, pesando que Román Rodríguez no iba en serio con los pobres ricos. Que hasta pena me dan.

En los últimos tiempos, decir una idiotez monumental -como esta de los 70 millones- no suele tener consecuencia alguna. Estamos tan acostumbrados a repetir como loros lo primero que se le antoja decir a alguien, que nuestro debate público se ha dejado contagiar por la falta de rigor y la mentira. Las sandeces crecen y se desarrollan entre argumentos, como matas de rabo de gato en las cunetas de las Islas. Las cifras trapisondistas son hoy el primer recurso de cualquier discurso para bordar una falacia y que parezca certera. No es la primera vez que me pongo pesado con este sistema tan politiqués y cantinflesco que hace que lo importante no sea lo que se dice sino lo que parece que se dice.

A ver: calcular cuánto representa un punto de más en 90.000 euros es tan sencillo? son 900 euros. Cada uno de los 7.600 pagará de más una cantidad que irá de los 900 a los 1.200 euros de los que se muevan por debajo de los 120.000 euros, a los 2.400 euros de los que se muevan por encima de esa renta. Nada que objetar al hecho de que el Gobierno considere que hay que desplumar a la gente con pasta, aunque eso sea justo lo contrario de lo que ayer se declaraba desde el PSOE nacional. Si quieren que les diga la verdad, a mí también me producen cochina envidia que alguien gane esos salarios. Pero decirnos que va ser con ese dinero con el que se arreglen los problemas sociales de Canarias, es engañarnos con alevoso desparpajo.