Según la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique), hay 5.000 empresas en el país dedicadas a este sector, con 300.000 trabajadores, de los cuales 61.000 son químicos o ingenieros químicos que provienen de 37 facultades de Química de España.

En lo que a Canarias se refiere, la ausencia de un plan estratégico y de un marco claro de actuación en el sector químico e industrial deja mermadas gravemente las posibilidades de desarrollo de este sector y en consecuencia la contratación de los químicos. Un lastre para una región que persigue diversificar su modelo productivo, para evitar situaciones como la ocasionada por la reciente caída de Thomas Cook en el sector turístico.

En la actualidad, el químico tiene cuatro formas de acceder al mercado laboral canario: como docente/investigador público, como contratado por una empresa, como técnico en la Administración Pública o como autónomo.

Como investigador público, los distintos gobiernos parecen asumir el discurso de que la inversión en ciencia genera empleo, pero los números demuestran una realidad bien distinta con solo un 1,2 % del PIB dedicado a I+D+i.

La contratación por una empresa debería estar encaminada a la solución de dos problemas, ya casi endémicos en Canarias, que son la gestión de residuos y en la depuración de aguas residuales. Estos pueden solucionarse con una eficaz intervención de los químicos en las empresas y la Administración.

Como autónomos, los químicos que quieran emprender por cuenta propia en el Régimen de Autónomos de la Seguridad Social (RETA), de entrada se encuentran con fuertes barreras administrativas, además de enormes dificultades para superar el primer año de emprendimiento. Los autónomos se enfrentan a problemas en tres frentes, los de índole financiera y económica, los de gestión empresarial y los que afectan a su vida personal.

El II Estudio Nacional del Autónomo (ENA), publicado por Infoautónomos en marzo de 2019, revela que el 38,6 % de los autónomos tiene problemas de índole económica y éstos son los culpables del 72,6 % de las bajas en el RETA. Siendo la desprotección social durante las bajas laborales, o el paro, el problema más grave al que se enfrentan los emprendedores.

Entre los representantes de las diferentes fuerzas políticas con peso en el Gobierno estatal se está afianzando cada vez con más fuerza la revisión de la cuota de autónomos, para que ésta sea en función exclusivamente de las ganancias y no una cuota fija mensual, a semejanza de otros países de la UE. Sería un gran paso hacia adelante.

* Decano del Colegio Oficial de Químicos de Canarias