Es posible que algún programa de televisión de esoterismo lleve a debate el misterioso cambio que se ha producido en los políticos de este país. Hace solo unos días estaban en contra de cualquier acuerdo con los demás y resulta que ahora, que están convocadas unas nuevas elecciones para noviembre, andan diciendo por todos lados que están dispuestos a pactar con quien sea. Pedro Sánchez, con sarcasmo, dice que el pánico produce milagros. También en su caso se podría decir. El PP y el PSOE van a ser los principales beneficiarios de los nuevos comicios de la abstención. Ciudadanos se derrumba. Y Podemos a ver cómo escapa. Pero lo más chusco es ver a todos dispuestos a pactar con todos y echándose las culpas de volver a las urnas. Al final lo que se viene a demostrar es que los partidos están entendiendo la democracia como un tablero de juego político que mueven en función de sus intereses electorales. Qué vergüenza.