El Gobierno central ha propuesto que AENA baje su tasa sobre pasajero (una de la media docena que tiene) para los nuevos turistas que las compañías que operan con Canarias pongan sobre los que teníamos en agosto de este año. Es decir, que para que se aplique la tasa la compañía primero tiene que poner el vuelo y después confiar en que haya más viajeros. O sea, que haya más negocio para AENA (porque si hay más viajeros se pagarán más tasas por otros conceptos y habrá más gasto aeroportuario). Razón tienen los empresarios de Ashotel en decir que una medida de ayuda no puede consistir en darle más negocio al responsable de los aeropuertos. Tal vez si se planteara una reducción de costos directamente para los operadores aéreos la ayuda se podría entender como un estímulo directo a que se pongan más vuelos con las Islas. Esto de ahora no lo es.