Las infraestructuras de Tenerife se suman a la situación sobrevenida por la quiebra de Thomas Cook, avisando de que no podemos dejar de tener, al menos, dos puntos de generación eléctrica y mantener abierto el centro de Granadilla y, por supuesto, el de Caletillas. Porque, como todos sabemos, no podemos suministrarnos de otras fuentes externas, debido a nuestra insularidad.

Como saben, hay una pequeña oposición al mantenimiento de la subestación de Caletillas, que exige importantes cambios de normativas para repotenciar su producción y alejarnos de la monodependencia de Granadilla.

Con el cero energético del pasado domingo, habrá que dar unas vueltas a las inversiones público-privadas y permitir nuevas inversiones en Caletillas para garantizar el suministro, tal como ocurrió, incluso dando energía a la estación Granadilla para poder poner en marcha los generadores de energía para recuperar el suministro en toda la Isla.

El colapso de la estación de Granadilla, según se desprenderá de los informes que se presenten por parte de las empresas que generan, transportan o distribuyen, se sustentará en un error humano o en la falta de mantenimiento de algún equipo importante. Porque no se cree, en estos momentos, que se debiera a un fenómeno meteorológico.

Unos equipos que se traspasaron de Endesa a Red Eléctrica has 15 años, aproximadamente, y que suponemos tendrían su mantenimiento al día.

El personal, suponemos de ambas empresas, acostumbrado a reaccionar ante alertas, se desplazó a Caletillas y a Granadilla incluso fuera de sus turnos.

Mucho tenemos que agradecerle.

Gracias a las líneas que van desde Güímar a La Laguna, se pudo restablecer poco a poco la energía y se fue incrementando al Norte y a la capital de la Isla.

Once horas parecen muchas horas para recuperar la energía eléctrica, aunque mucho nos tememos que, con un solo centro de producción, el problema hubiera tardado mucho más en subsanarse.

La dependencia de infraestructuras únicas nos hace vulnerables, y deben complementarse por un proyecto, que se va quedando poco a poco en el limbo, como es el cierre del anillo energético, que permitiría recuperar el transporte eléctrico con mayor fiabilidad y prontitud.

*Vicepresidente del Consorcio de la Zona Especial Canaria