Al ministro de Fomento, José Luis Ábalos, cada vez que habla de Canarias se le hace un nudo en la pajarita. Ayer despertó el mosqueo de algunos porque anunció que el Gobierno de España ha encargado un estudio para determinar cuál es el nivel de renta de los canarios que viajan y se benefician de la subvención del 75% al transporte aéreo. Un tema mosqueante. Ana Oramas le recordó, con razón, que el AVE está también generosamente subvencionado y a nadie se le pide la declaración de la renta cuando compra un billete. Habrá que aclarar el entuerto y seguramente se trate de un error. Porque sería muy grave que a las ayudas estructurales para compensar la lejanía y la insularidad de Canarias se les pretenda dar un tijeretazo que deje fuera a una parte de la población: la que más viaja por razones de trabajo. Mejor harían en cazar a las compañías que inflan los billetes.