Para los que aún conservan el optimismo, dos nuevas píldoras para amargar el café. El petróleo está subiendo. Y como siempre pasa, el efecto sobre los combustibles va a ser inmediato. Se habla ya de una subida del 5% que para España va a suponer unos 11.000 millones más, que saldrán, obviamente, del bolsillo de los consumidores. El combustible aéreo también subirá. Malo. Las cifras oficiales confirman un descenso de casi 600.000 plazas aéreas para la temporada de invierno en el turismo de Canarias. Algunos expertos señalan que las previsiones para el próximo año pueden estar en dos millones menos de visitantes. O sea, una pasta gansa. Es decir, más paro, menor recaudación fiscal, menores ventas y los primeros pasos en la caída de nuestras previsiones de crecimiento. Mientras tanto, los partidos políticos siguen su decepcionante espectáculo, perdiendo lamentablemente el tiempo mientras las cosas pintan cada vez más feas.