Los economistas suelen manejar unas reglas -balances, flujos, proyecciones, tasas...- y jergas enmarañadas que la mayoría de las veces pueden ser mucho más indescifrables que el Código de Hammurabi. Ahora, por citar un ejemplo fácil de entender, se han puesto de acuerdo para aclarar las causas de una recesión cuyo frente principal amenaza con invadir Europa -tengo la duda de no saber con certeza si después del último caos se llegó a marchar- a través de Alemania. Angela Merkel, una especie de Margaret Thatcher (la dama de hierro) que ya no tiene los niveles de popularidad que alcanzó en el pasado, ya amaga con volver a llamar a lo hombres de negro. Sí. Los mismos que redujeron a la mínima expresión a la Grecia que Danae Stratou, artista y esposa del exministro de finanzas Yannis Varoufakis, observa bajo vigilancia financiera hasta 2060. Sus frases en El Día (Prensa Ibérica) son un aviso a navegantes. ¡Volvemos a estar en el recibidor de otra catástrofe económica!

Alemania solo es el reflejo del desgobierno que está ocasionando el brexit; del "yo más que tú" que practica un Donald Trump que a lo tonto ha conseguido descuadrar la caja. En el mercado las dudas se multiplican y cuando Alemania, Estados Unidos y Reino Unido aparecen en el mismo saco es sinónimo de que algo extremadamente gordo está a punto de pasar. Los expertos apuntan que esta vez no caeremos de todo, pero yo soy del equipo de Santo Tomás y, por lo tanto, hasta que no lo vea no lo creo.