Seguramente alguna vez te has preguntado: "¿Por qué no logro concentrarme?" Y es que resulta muy frustrante querer mantener la concentración en algo y no conseguirlo. Y para colmo es una de las claves para alcanzar un buen rendimiento en todo lo que hacemos. La necesitamos para los estudios, el trabajo, el deporte, pero sobre todo para disfrutar de la vida. Pero, tranquilo, si por casualidad eres una de esas personas que pierden el hilo con facilidad, no tienes motivos por los que preocuparte. La concentración es una habilidad que se entrena y desarrolla.

Cuando hablamos de concentración nos referimos a atender en cada momento a lo que conviene atender, y no distraerse con pensamientos ni con cualquier otro distractor externo.

No cabe duda de que tener una buena capacidad de concentración nos ayuda a ser más efectivos a la hora de estudiar, trabajar y a disfrutar de momentos como una conversación, un almuerzo, una película, una relación sexual, etcétera. ¿Cuántas veces has tenido que releer un texto porque no has logrado concentrarte? Y es que hagas lo que hagas, por muy placentero que sea, si no tienes la atención en lo que estás haciendo, aumenta la probabilidad de error y de no disfrutar.

Consejos para mejorar la concentración son:

1.- Una buena alimentación: Pensar, crear y tomar decisiones gasta energía. El cerebro necesita una serie de nutrientes para trabajar bien a nivel cognitivo.

2.- Ejercicios aeróbicos: se ha demostrado que la práctica de ejercicio de forma regular mejora las funciones cognitivas. Por ejemplo: correr, caminar a paso ligero, patinar, montar en bici.

3.- Mindfulness: El objetivo de esta técnica es conseguir estar aquí y ahora. Poner tu atención única y exclusivamente en tus cinco sentidos. Esta técnica (con entrenamiento) te ayudará a ser tú quien decida donde poner la atención en cada momento, no tu mente. Te ayuda a disfrutar conscientemente de pequeñas situaciones generando momentos de placer. Por ejemplo momento ducha. La mayoría de las veces lo hacemos de manera automática pensando en lo que tenemos que hacer después. Igual que el desayuno, el traslado al trabajo, etcétera. Prueba a ducharte con calma. Poniendo tus 5 sentidos únicamente en lo que estás haciendo. En lo frío que notas el suelo de la bañera, en cómo te caen las primeras gotas frías en los pies erizándose a su vez toda la piel. La agradable sensación cuando te pones el agua caliente en el pecho ¿A qué huele el jabón que utilizas? ¿Qué escuchas? Etcétera. Se trata de crear momentos de placer e ir entrenando que tu mente esté atendiendo a lo que haces en ese momento.

4.- Tareas de una en una. Está demostrado que solo podemos prestar atención a una sola cosa a la vez. Podemos mover nuestra atención de tarea en tarea, pero no se atienden conjuntamente. Al estar haciendo varias cosas a la vez, no permitimos que nuestro cerebro llegue al nivel óptimo de concentración, ya que lo interrumpimos constantemente con otras tareas, por lo que el rendimiento va a ser más bajo.

5.- Deshazte de todo tipo de distractor. Si necesitas estar concentrado, retira el móvil o cualquier otro posible distractor y pon tu atención en lo que realmente importa.

6.- Ejercicios que potencien la concentración: Sopa de letras, mandalas, sudokus, buscar 7 diferencias, cubo de Rubik, o cualquier tipo de puzle.

7.- Tu actitud también influye: Si tu diálogo interno antes de hacer cualquier tarea es tipo: "Qué pereza, esto es mucho, esto no lo logro ni de broma", ya te garantizo yo que no lo lograrás. Dedícate palabras de aliento si realmente quieres conseguir algo. No olvides que tus emociones siguen los pasos de lo que dices.

8.- Técnicas de relajación o meditación también son recomendables para regular nuestro estado anímico, ya que emociones como la ansiedad, la ira y la tristeza interfieren en la concentración llegando a generar frustración el querer y no poder.

Cuestión de entrenar. "No hay felicidad, solo concentración" (Al Pacino).

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