Salen las cifras del gasto social en España y ocho comunidades -Canarias incluida- gastan menos que en 2009, antes del comienzo de la crisis peluda. Es lo que se llama juzgar al todo por las partes. Lo que llamamos gasto social no es más que la pasta que se emplea en sanidad, educación y asuntos sociales. Es decir, competencias transferidas por el Estado a sus territorios. Y si las transferencias están mal dotadas y el gasto real es superior al dinero que se manda, ¿de qué estamos hablando? Madrid está reteniendo hoy más de siete mil millones de euros de esa financiación que corresponde a las comunidades. Y muchas de ellas -Canarias incluida- atienden a más población con unos recursos absolutamente insuficientes y con cifras congeladas en el tiempo. Lo que está fallando es el Estado federal, no sus partes. Que un ciudadano vasco reciba más y mejores servicios públicos que uno extremeño.