Dado que los emigrantes subsaharianos, de Oriente Medio y otros países de África salen de Libia, este país es el gran puerto de emigración. Las penalidades hasta entonces son infinitas, incluido casos de esclavitud. Pero Europa selecciona su sensibilidad. Así como en aguas del Mediterráneo los esperan ONG, por tierra hasta Libia les podían haber llevado otras ONG -ahí ya con riesgo y sin cámaras de televisión-, pero no lo hacen. Demuestran muchísima pereza las ONG en esta especialización. Aunque fuera como observadores. Los emigrantes cuentan lo que han tenido que pagar a las mafias para acercarlas al máximo a las ONG. Que el nexo no sea subjetivo, no impide que sea objetivo, causal y necesario entre ONG y mafias.

Se puede navegar bajo pabellón de conveniencia. Desde el momento que los náufragos salen voluntariamente desde tierra, se sitúan al margen de las regulaciones internacionales legales, y en fraude de ley (utilizar una norma legal para supuesto distinto al previsto). Se naufraga desde barcos de manera involuntaria, no desde tierra, para ponerse en esa situación deliberadamente.

Las ONG de recogida no son barcos mercantes, cruceros de guerra, pesca o recreo con una derrota ya marcada, que están obligados por el derecho internacional a desviar sus rumbos y atender y rescatar a los náufragos. También se sitúan fuera de los supuestos legales universales. Simplemente los barcos de recogida salen a esperar a los emigrantes, no cambian de rumbo, de nudos ni alteran su navegación. Buscan rescates-espectáculo.

Si los emigrantes son náufragos de conveniencia como los pabellones, los rescatadores también lo son de conveniencia.

El profesor de Derecho Marítimo Ruiz Soroa recordaba hace poco la legislación internacional aplicable: Convenio de Salvamento 1910/1989 y el Convenio Search and Rescue, que obligan al rescate; y los naufragios de conveniencia. Lo que no prevén es la escenificación y creación del supuesto, instrumento del fraude de ley, para que todo case en apariencia.

Una vez realizado el rescate en supuestos legales previstos, el capitán del barco rescatador debe dejar a los náufragos en el puerto más próximo que sea seguro. Lógicamente no cabe elegir puerto ni demoras de desembarco, porque estamos solo ante casos de accidente.

Dado que las ONG no les recatan muy lejos, a la deriva, sino que les esperan próximos a la costa libia, los puertos están pegados. Libia de donde salieron, Egipto y de Túnez ni hablemos, Túnez es el enclave democrático (democracia representativa), turístico y plácido de la zona. Por hablar de todo un poco.