El pasado 23 de agosto tuvimos la oportunidad de cerrar un compromiso adquirido con el amigo siempre recordado Carlos Quintero, presentando, en el salón de plenos del Cabildo, junto a su hija Eugenia, su ultimo libro dedicado a El Hierro, Personajes herreños del siglo XX.

Carlos, su memoria viva, nos acompañó durante este entrañable acto, donde su familia y amigos, con nostalgia y máximo respeto, recordamos cómo había sido su vida, entregada a desentrañar cuestiones del quehacer herreño que estaban ocultas y que con su constancia y dedicación de investigador nato nos fue descubriendo a lo largo de sus más de 30 años de búsqueda de aquí y allá, para ofrecer a los herreños, y a los canarios en general, una adecuada visión de una isla que siempre ha tenido la rémora que la historia la ha sometido al olvido, o a ciertas ignorancias, pero que personas como Carlos la han sacado de las sombras de esa misma historia irrumpiendo con dinamismo en el colectivo de las Islas. Carlos, simplemente, fue isla, sus desvelos, su pasión y entrega dan testimonio admirable de su amor por ella.

El libro nos habla de unos personajes que desde distintos ámbitos han hecho posible que el acervo cultural de la Isla se haya ensanchado por la aportación que a ella hicieron y que con la veracidad y pulcritud de su pluma ha hecho posible que comprendamos con más certeza los aconteceres que los personajes que reseña dieron lo mejor de si mismos, y que al relatar sus vivencias hayamos sentido cierta admiración de cómo fueron y de todo aquello que Carlos supo manejar de una manera admirable y con una intelectualidad consolidada.

Carlos Quintero nos ha dejado lo mejor que tenia y su preocupación constante: el amor por su isla y se le puede considerar un protagonista de lujo para que sus investigaciones sean un punto de inflexión en los entresijos de la Isla con el objetivo de que no se queden en saco roto, sino para que sirvan de reflexión y se medite con una nueva actitud cómo fue El Hierro en sus tiempos remotos, y lo que puede ser en el futuro.

No solo nos habla del pasado herreño, sino que sus libros son una verdadera palanca que debe impulsar a aquellos que tienen la responsabilidad de llevar a la Isla a un mejor destino, donde muchas de sus decisiones , sin lugar a dudas, tendrán previamente que consultarse con los apuntes de Carlos.

Nos dejó y lo hizo sin prisas y con fuerza; sus últimos días fueron de una entereza considerable, de una personalidad fraguada sobre la cimentación de un empeño consecuente que se debe imitar, porque es uno de los mejores referentes que la Isla tiene para ir abriéndose espacio en el concurso de Canarias, sin complejos y con la disposición de seguir avanzando abriendo los nuevos capítulos de su próxima historia.