La verdad es que es para preocuparse. Estos días andamos con el drama del incendio de Gran Canaria, pero se aproxima otro grande, y puede quemar bastante. Si sale adelante, y pinta que sí, la economía canaria se va a llevar un duro golpe con el brexit. De hecho, las consejerías de Agricultura y Economía ya preparan una reunión con el sector primario para explicarles que se agarren los machos por que las vamos a pasar canutas.

Canarias podría verse muy perjudicada, pasa el tiempo y, de repente, el brexit nos va a golpear en la cara. Ahora no lo vemos, lo miramos como algo lejano, pero las consecuencias pueden ser desastrosas. El objetivo esencial para la Unión Europea será preservar la integridad del mercado interior. En caso de que las reglas del mercado único dejen de cumplirse en el territorio británico habría que establecer controles sobre las mercancías que entran y salen.

Pagar aranceles, inspecciones, todo se va a encarecer. Nosotros podemos buscar otros mercados para comprar. Me traigo más papas de Israel y ya está, pero ¿a quién le vendemos los plátanos y tomates que vendíamos en el Reino Unido? Si se rompe la unidad legal del mercado europeo, será una catástrofe para la economía europea, sus empresas y consumidores. Ellos lo pasarán mal, pero nosotros también. La verdad, estos ingleses podían haberse estado quietitos.