Ante la tragedia que se ceba con el verde corazón de Gran Canaria y el drama de sus consternados vecinos, sorprende el sincero y limitado alcance de las reacciones institucionales y populares que, como en otras ocasiones y tras atender y lamentar los daños, se concretó en reclamar más y mejores medios aéreos y, además, la habilitación de una base de hidroaviones en el Archipiélago.

En sólo dos décadas se contaron doscientos setenta incendios de distinto alcance, algunos tan graves como el que, en 2007, afectó también a la emblemática y castigada zona de Tejeda, con dieciocho mil hectáreas afectadas; y los de 2012 en Adeje -cinco mil- y El Paso, novecientas. Tiro de archivo y, en esos casos anotados, se registraron las mismas demandas.

Con igual frecuencia corrió un tópico que, como todos, responde a una verdad palmaria: los incendios del verano se atacan durante todo el año. La primera vez que, como plumilla, seguí un suceso en el norte palmero, oí esta expresión de un garafiano que, además criticaba, la política forestal que, sin variaciones, sigue vigente. "Un monte ocupado es un monte cuidado", decía el viejo filósofo, experto en el abrupto territorio que determinaba con precisión -y con las reservas de los técnicos titulados- los sitios de los cortafuegos y la estrategia contra las llamas. Hoy, el lema de la prevención está consolidado y todos lo cantamos con la boca llena. Pero pocos apuestan por evaluar, en su justa medida, si algunos de los muchos excesos proteccionistas "traen más mal que bien" a nuestras masas forestales, reliquias en la latitud de desierto en la que nos ha tocado vivir y que no podemos perder como garantía de futuro.

Como ayuda para la extinción y para la necesaria tranquilidad de los ciudadanos, está bien reclamar aviones anfibios, pero la asignatura pendiente es un análisis amplio y objetivo, por las fuerzas políticas y sociales canarias, de la vulnerabilidad creciente de nuestros bosques cuando, sobre el papel, y con los medios públicos disponibles, están más protegidos que nunca. Volveremos al asunto.