Igual estoy equivocado, pero es una sensación que se repite a menudo y es ya habitual. Y creo que no soy el único que la tiene. Han hecho falta tres semanas de incendios, 8000 personas evacuadas, Gran Canaria ardiendo incontrolada, familias que lo han perdido todo, sus casitas, para que desde Madrid, políticos y medios de comunicación, se tomen en serio este drama.

Un ejemplo: ayer mismo, con pueblos enteros evacuados, con personas a las que no se pudo sacar de sus casas, con gasolineras a punto de reventar, con bomberos, voluntarios y pilotos jugándose la vida, ninguno de los tres periódicos de mayor tirada nacional dedicó en sus portadas de edición impresa, mención alguna a lo que está pasando. Lo pueden comprobar. No digo una foto, no hubo ni una reseña. Ya verían si está tragedia hubiera ocurrido en Madrid o Barcelona. ¿Qué hace falta? ¿Qué muera alguien?

Somos los últimos monos. Ayer comenzaron los políticos en Madrid a preocuparse. No lo digo por el Gobierno Canario, cuyo Presidente, Ángel Víctor Torres, me consta, ha estado al pie del cañón, noche y día, sin pegar ojo. Ayer leía que vendrá un Ministro a ver la coordinación de la extinción. A buenas horas después de tres incendios, tres semanas y con el fuego imparable. Todos los veranos lo mismo. No aprenden. Seguimos siendo los últimos monos. Solo nos falta el taparrabos.