De los ciudadanos que siguieron en directo en el Parlamento de Canarias, por radio, televisión o las redes sociales, el debate y votación de la investidura para presidir el Gobierno de Canarias los pasados jueves y viernes, podemos obtener las opiniones y comentarios más diversos e inverosímiles de todo tipo. Pero lo esencial es que un candidato o candidata de un partido político o de una coalición de varios, expone su programa de gobierno, que suele estar en línea con su oferta electoral, y tras pedir a los diputados y diputadas el apoyo mayoritario, se somete a la votación con un sí, un no, o una abstención de los parlamentarios, y si el resultado es a favor de su investidura, el presidente del Parlamento anuncia su proclamación como presidente del Gobierno de Canarias, lo que resulta efectivo cuando jure o prometa su acatamiento a la Constitución española y al Estatuto de Autonomía de Canarias. Hasta ahí todo parece sencillo. Pero no. El recorrido para llegar a ese momento es largo, sinuoso, lleno de obstáculos, muros, y hasta de zancadillas, y como la lucha canaria, no gana siempre el más fuerte, de más peso o cuerpo más ostentoso, muchas veces triunfa el más delgado, hábil o escurridizo, sea mujer o sea hombre.
En el debate de investidura del candidato Ángel Víctor Torres, del PSOE, tras exponer su programa, tres partidos intervinieron en su "contra", CC, PP y Cs, y cuatro a favor, PSOE, NC, Podemos y ASGomera, de tal forma que de una u otra manera el candidato tuvo que contestar e intentar contentar en las réplicas a los siete partidos, hasta que, finalmente, la votación mayoritaria a su favor de 25 votos de PSOE, 5 de NC, 4 de Podemos y 3 de ASG lo hizo presidente, o sea, por 37, solo uno más de los 36 que suponen la mayoría de 70 escaños del Parlamento de Canarias. O sea, por un voto, lo que da idea de la durísima y complicadísima negociación que permitió que PSOE, NC, Podemos y ASG se pusieran de acuerdo en un pacto de gobierno y en el correspondiente reparto de responsabilidades, todo un proceso que, además de superarse en unos casos con más o menos dificultad que en otros los procedimientos y votaciones en cada partido, ha exigido todo tipo de negociaciones durante unos 46 días, desde las elecciones el 26 de mayo.
Por este complicado sendero también tuvieron que transitar Jerónimo Saavedra (abogado), Fernando Fernández (médico, perdió la presidencia en una moción de confianza), Lorenzo Olarte (abogado), Manuel Hermoso (empresario), Román Rodríguez (médico), Adán Martín (ingeniero, ya fallecido), Paulino Rivero (maestro) y Fernando Clavijo (economista), que han precedido a Ángel Víctor Torres (profesor) en la presidencia del Gobierno de Canarias. Todos han resaltado el alto honor que les ha supuesto presidir Canarias, pero también la enorme responsabilidad y los momentos tan durísimos vividos en lo personal, político y familiar, unos más o menos que otros.
Ángel Víctor Torres en su discurso recordó a sus compañeros del PSOE que lo intentaron, pero no llegaron a la presidencia del Gobierno canario, Augusto Brito, Juan Carlos Alemán, José Miguel Pérez, Juan Fernando López Aguilar y Patricia Hernández, citando especialmente a quien fue secretario general del PSOE en Canarias y parlamentario autonómico, Juan Carlos Alemán, ya fallecido, lo que despertó gran ovación del Pleno. También recordó a quien fuera presidente canario, Jerónimo Saavedra, que sufrió una moción de censura en abril de 1993 por quien era su vicepresidente, Manuel Hermoso, lo que convirtió a éste en presidente, recordando que Juan Fernando López Aguilar, aunque ganó las elecciones de 27 de mayo de 2007 al Parlamento de Canarias, un pacto entre CC y PP lo desbancó de la presidencia regional.
También hizo mención a los desaparecidos y perseguidos tras el 18 de julio de 1936, algunos familiares suyos en Arucas, y recordó que el mismo salón que el jueves acogía el Pleno de la investidura fue utilizado entonces para consejos de guerra.
Ya, por fin, Canarias tiene presidente, esta vez del PSOE, y CC pasa a la oposición tras 26 años en el gobierno. Comienza un cambio histórico.
* Doctor en Medicina y Cirugía.
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