Hoy me levanté con la cabeza esbambarriada (vaya palabro canario guapo), o sea, medio virado de la cabeza. Fui a tomar café (7 de la mañana) y me cayó agua, llovía, y me quedé enchumbado. Ay, Santi, pensé, de esta te coges un catarro que te "envorcas". O sea, que te vuelves a virar. Y volví a casa como un tolete, en cholas, con las patas mojadas y en plan machango, trapaliando. Con un café para llevar, engurujado y mirando a ver si había algún rosquete para neni o si se esgorrifó en casa.

Pasando por la parada de la guagua, me puse a golifiar a ver qué decían los puretas. Una señora le decía a otra: "No me importa que me llames Cha María, sino el retintín con que me lo dices". ¿Qué querría decirle? "No me es ni agua, ni sal, ni pescado", oí a otro al pasar. Hay que pensarlo. Ya me dirán ustedes.

En el fútbol, y narrando los partidos es especial. "Goooooooor" oí decir muchas veces. "Farta" en vez de falta y una lesión en la "esparda", cositas de aquí, las eles y la erres, en esta tierra siempre se llevaron bien y se mezclaron. Mi gran compañero, Juan Carlos Castañeda, el mejor narrador de fútbol de Canarias, es un purista, nunca lo ha dicho, así que no se me revire. En política la palabra estrella es "arcarde": No alcalde. Cositas de aquí. Pero son nuestras cositas ¿no? Definitivamente hoy tengo la cabeza esbambarriada.