Una de las grandes preguntas que se formula estos días la calle es si CC aguantará como partido político una vez que está en la oposición en las más importantes plazas. No si sabrá hacer oposición, sino si aguantará una estructura de partido que le permita estar dando guerra lo que le quede por delante en el banquillo. A diferencia de otros partidos nacionalistas como pudiera ser el PNV, este último tiene un organigrama de partido que es quien decide quiénes son los adecuados para estar al frente de los cargos y puestos que logren para sí. En CC, a pesar de tener estructura, no ha estado nada engrasada y son los cargos electos los que mandan en la estructura de partido. Y no lo critico, lo expongo. Porque resulta que los cargos políticos en la oposición se tendrán que buscar los garbanzos en la empresa privada, y llegar a tu casa después de una jornada laboral y decir que te vas a la sede de CC a reconstruir ideas de cara a que no vuelva a pasar lo mismo se torna bastante complicado.

No son malas las fuentes que me indican que el paso de CC a la oposición pudiera acarrear una unidad del nacionalismo en Canarias. Esa que nunca ha sido posible fundamentalmente por egos y vanidades. Quizás en la próxima contienda, podamos ver a los líderes de NC, peleando junto a CC, PNC y a un animal político que nunca ha dejado de serlo, como es Paulino Rivero. El eterno sueño del nacionalismo canario hecho realidad, aunque quizás ni en estas dramáticas circunstancias para los votantes y miembros de CC el sueño sea posible. Lo veremos día a día, y mucha será la importancia de que Carlos Alonso pueda seguir ocupando la silla de presidente del Cabildo, entre otras cosas porque amén de los colores de cada uno, creo que es una de las mejores cabezas que ha habitado en el Palacio Insular.

@JC_Alberto