Mientras siguen las apuestas sobre si Carlos Alonso será víctima de una moción de censura o no, que llevara a una nueva presidencia al socialista Pedro Martín, el foco vuelve a apuntar a Ciudadanos, y a sus líneas rojas que en Canarias y en ciertos escenarios han trucado con arte, pero que no les sirve en el Cabildo. Uno de los cordones sanitarios (estúpida expresión que se ha puesto de moda la pasada campaña) era para los naranjas no pactar con Podemos en ningún caso. Pero la ley hace la trampa. En el ayuntamiento de Santa Cruz, como en otras plazas, pactaron con el PSOE pero con el apoyo de los morados desde fuera, sin entrar en el pacto. Pero en el Cabildo, por el registro de entrada tienen que figurar quienes van a apoyar la moción de censura si es que se produjese alguna. Y es cuando Cs le está suplicando su apoyo al PP, para con el PSOE sacar a CC del Cabildo. Si el PP accede enloquecidamente a pactar con su más directo competidor y con quien más votos le ha robado, mal le iría. Y es que si el PP renuncia a plantear la moción junto a Ciudadanos, estos, a diferencia del ayuntamiento de Santa Cruz, tendrían que firmar con Podemos la moción de marras. Es decir, saltándose a la torera las líneas rojas de Albert Rivera.

Y ahí está la cuestión en un partido que ha traicionado a su electorado natural, que es de derechas y que es del PP. Personas que viendo la situación de corrupción y bronca nacional, decidieron votar a un líder de Cs cuyo enemigo no era Pedro Sánchez, sino Casado. Y es que Ciudadanos tiene fórmulas para todo. Después del lío montado en Canarias, y sobre todo en Santa Cruz, por acción u omisión del empresario Juan Amigó, han puesto una gestora a la que no denominan gestora sino algo así como "comisión regional". No se cesa a nadie, pero se viene a poner orden. Y malditas las ganas que tendrá Melisa Rodríguez de tener que venir a Canarias a poner en orden a ciertos personajes de medio pelo.

@JC_Alberto