Debemos al veneciano Giovanni Battista Piranesi (1720-1778) la vieja y vigente costumbre de adornar instituciones y mansiones burguesas con enmarcadas láminas de arquitectura. La armonía y gusto de sus encuadres, las dificultades superadas por la técnica, la fidelidad documental y el eterno reto del detalle le dieron un renombre que superó el resto de los oficios y habilidades de un polifacético arqueólogo, teórico e historiador del arte que tuvo como sueño incumplido triunfar como arquitecto. En esa faceta sólo se le reconoció un trabajo en la iglesia romana de Santa Maria del Priorato, donde reposan hoy sus restos mortales.

Organizada por el Instituto del Patrimonio y la Biblioteca Nacional y en la sede de esta última, está abierta una exposición que pone en valor el rico fondo de libros, álbumes temáticos y grabados sueltos del celebrado Piranesi - con más de dos mil quinientas estampas - que no tiene parangón con ninguna otra colección del mundo.

En la muestra se suman las ediciones cuidadas por el artista y las realizadas por su hijo Francisco a principios del siglo XIX; y también obras de artistas desde el siglo XVI al XVIII, admirados y replicados por el autor, entre los que figuran el proyectista francés de jardines, Etienne Duperac, el influyente austríaco Fischer von Erlach, pope de la arquitectura barroca, y los italianos Andrea Palladio, Filipo Juvara, Tiépolo y Canaletto, entre otros.

La feliz iniciativa está articulada en torno a trescientas piezas, representativas de todos los asuntos cultivados por el prolífico grabador, desde las ruinas de la antigüedad clásica, que trató como un sabio arqueólogo del Siglo de las Luces, hasta las más complejas composiciones y recreaciones de edificios y conjuntos donde el rigor testimonial tuvo el contrapunto de la chispa creativa.

Especial interés tienen sus evasiones fantásticas, sus sueños y pesadillas para las que construyó fondos argumentados; en suma, creaciones libérrimas que nunca perdieron las virtudes excelsas del dibujante, bajo los títulos seriados de las Carceri y las Opere Varie. Un acierto pleno de las instituciones promotoras que refleja el nuevo rumbo y pulso de la BNE.