Es el verano. Han salido los datos oficiales y Canarias resulta ser la comunidad autónoma donde más parejas se separan. Pero hablamos de parejas legalmente unidas, que son las únicas que se pueden contabilizar. La época donde más rupturas se producen, o donde la gota colma el vaso resulta ser el verano. Pero atención a la causa porque es de órdago: es cuando más tiempo pasan juntos. Y es que se supone que una pareja lo que desea es pasar tiempo juntos, pero no. El aburrimiento, el hastío, la rutina, la falta de planes juntos, la pérdida de emociones?, todo eso y más hace que cuando se incrementa el tiempo de estar juntos, la unión tiende a dinamitarse. Hace unos días caía en mis manos un estudio de una universidad americana que aseguraba que para ser feliz había que cambiar cada 8 años de pareja. Me parece una estupidez supina porque cada pareja (y cada individuo) es un mundo, por amplia que sea la muestra que hayan elegido para trabajar el absurdo resultado.

No hay trucos ni recetas mágicas en un mundo que ha cambiado totalmente el concepto de la familia tradicional. Quiero suponer que lo que hace falta es amor, paciencia, y ganas de superar los obstáculos del camino. Y es que se está poniendo de moda el aprender a soltar y dejar ir, en lugar de luchar por conservar lo que quieres y tienes. Por si fuera poco, cuando el sexo se volvió fácil, el amor se volvió difícil, y estamos en una época hipersexual, en la que no se desean compromisos serios si generalizamos. Sobre todo, a ciertas edades. No es malo separarse cuando la cosa se ha acabado, ambos lo notan y la unión está muerta. Creo que sí es malo no luchar, no regar, no cuidar, y dejar morir consciente, o inconscientemente, una relación que te podría haber hecho feliz toda una vida. Aunque siempre quedará la reflexión del gran humorista Groucho Marx: "El matrimonio es la principal causa de divorcio".

@JC_Alberto