Usando la perspectiva de Antonio Morales, tres líderes políticos de Gran Canaria y uno de La Gomera gobernarán Canarias. Si eliminamos la razón de la partida de nacimiento, cuatro fuerzas políticas situadas a la izquierda. No será un pacto fácil, ni mucho menos, porque hay socios que sienten recelos y temores mutuos. Pero sobre todo, porque nace sobre el discurso de que hay soluciones para los grandes problemas que padecen estas islas: listas de espera sanitarias, paro, nivel salarial, atención a dependientes... Pasará un tiempo de gracia, con el que todo nuevo Gobierno debe contar antes de que le empiecen a arrancar la piel a tiras. Pero el gran reto -y el mayor problema- de este nuevo Ejecutivo es que se construye sobre las críticas más demoledoras y feroces a situaciones que ellos mismos calificaban de inadmisibles. Ahora toca verlas desde el otro lado. Y suele ocurrir que desde ahí ya no son tan fáciles de arreglar.