¿Quién dijo que tener fantasías sexuales era algo negativo y una práctica habitual de personas pervertidas, frívolas y carentes de moral? Y es que a día de hoy siguen existiendo mitos y tabúes en relación sobre este tema. Muchas personas continúan creyendo que las fantasías sexuales son una característica típica de personas promiscuas o adictas al sexo, cuando la realidad es que las fantasías sexuales tienen amplias ventajas, tanto en el terreno sexual como en el personal.

Se piensa que las fantasías son el resultado de algo que reprimimos en nuestro interior. Se convierte en un tema tabú porque se asocia con la infidelidad, lo inmoral, el pecado, lo prohibido, etc. Son muchas las personas a las que les da vergüenza compartir sus fantasías sexuales hasta con su propia pareja por miedo a que puedan crearse determinada imagen sobre ellos/as. Es decir, por miedo a que se les añada una etiqueta simplemente por utilizar su imaginación en lo que les da la gana, o mejor dicho, por utilizar su imaginación en algo que no repercute negativamente sobre nadie, sino que la utilizan para sentir placer.

¿Mi consejo? Abre tu mente, explora y crece. La mente que se abre a algo nuevo, nunca volverá a su tamaño original. Las fantasías, no son ni buenas ni malas. Tan solo son fantasías. La lógica y la moral, no tienen cabida en la fantasía. Lo único que importa es que cumpla su función, la de excitarnos.

El tener una fantasía, no quiere decir que quieras que ocurra en la vida real. Hablamos de excursiones mentales que ayudan a la excitación y al placer, sirven para expresar nuestros deseos sexuales e incluso nos ayudan a evadirnos de la monotonía de la vida real. Fantasear sexualmente tiene muchísimos beneficios, incluso si no lo llegamos a hacer realidad y lo dejamos únicamente en el plano mental:

1.- Aumentamos el deseo: Muchas veces no cumplimos ciertos deseos porque tenemos miedo a sus consecuencias, por eso la mejor manera de descubrir lo que realmente nos gusta, nos excita, nos pone los pelos de punta y nos saca las emociones más placenteras que tenemos en nuestro interior, es a través de la imaginación. Experimentar mentalmente situaciones nuevas con nuestra pareja, aumentará el deseo de estar con él o ella.

2.- Disfrutamos más del momento sexual: Las fantasías sexuales son similares a un potente afrodisíaco capaz de potenciar el placer sexual al máximo. Incluso para que el sexo no sea siempre predecible, podemos recurrir a nuestras fantasías y darle una dosis de novedad, logrando que la relación se potencie.

3.- Disminuirá el estrés: lograremos evadirnos de problemas y preocupaciones poniendo el foco de atención en el placer.

En resumen, las fantasías sexuales aumentan la excitación sexual, tanto durante las relaciones con nuestra pareja como con nosotros mismos. Liberamos estrés, tensiones y mejora nuestras relaciones sexuales y la autoestima. Todo el que se haya masturbado alguna vez sabrá que el resultado satisfactorio depende, en un 50%, de su habilidad a la hora de estimular ciertas partes de su cuerpo y, el otro 50% de su capacidad para visualizar determinadas historias mentales, que contribuyan a la excitación.

No te sientas mal por tener fantasías sexuales. Recuerda que la función de la fantasía es simplemente excitarte. Tan solo se trata de pensamientos que estás utilizando para fomentar tu excitación y disfrutar con más placer de tus relaciones íntimas.

www.tamaraconsulta@gmail.com