Prever un viaje con quince días de antelación es bastante razonable. Surge una obligación y uno adelanta un par de semanas la reserva del billete para no hacerlo a última hora y conseguir mejores precios. Ayer, un billete ida y vuelta a Madrid para finales de este mes costaba 240 euros por persona en la tarifa más barata y sin reserva de asiento. Como los billetes tienen una subvención del 75% eso quiere decir que el precio "real" del billete sería de unos mil euros. ¿Hasta cuándo van a seguir abusando de los ciudadanos de Canarias? ¿Quién puede admitir que un trayecto Canarias-Madrid y regreso tenga ese precio? La política tarifaria que se está siguiendo por las compañías aéreas que operan entre las Islas y la Península constituye un flagrante abuso de un mercado cautivo. Y nadie, ni en el Gobierno central ni en Canarias, es capaz de ponerle freno. Es una vergüenza y un escándalo.