Escribí un pequeño libro sobre este autor, a mi juicio postergado pese a méritos y singularidad. Fue uno de los fundadores del Instituto de Estudios Canarios, esta semana ingreso en esa institución cultural y lo hago con él.

Tiene especial interés porque así podemos obtener una mirada distinta de la vanguardia canaria. Es un contrapunto excelente, entendemos que resitúa el lugar de la facción surrealista de Santa Cruz de Tenerife, al menos al acentuarse los contrastes; así, relieves y formas resultan con un mejor acabado. Creemos que sólo a través de él podemos contextualizar de manera distinta y más integrada, en un abanico concreto, pero muy significativo de posibilidades culturales e intelectuales, el papel de aquellas vanguardias. Veremos cómo en Gaceta de Arte sus pequeños ensayos no tienen nada que ver con los de sus compañeros. Es más, viene a ser su reverso, mucho más que desde un punto de vista ideológico, del propio pensamiento. En Aguilar y Paz hay elaboración personal, pensamiento propio, mientras en sus compañeros es la adscripción a movimientos, doctrinas y teorías en boga entonces, que subyugan y piden a gritos divulgación.

La figura de Aguilar y Paz de alguna forma hace de contrapunto a la exaltación de las vanguardias y Gaceta de Arte, que no dejó de ser un movimiento estético, plural en su objeto o tendencias, que ocupó parte del siglo XX y terminó completamente agotado. En el caso canario, las vanguardias se dan en los 20/30 y viven su resurrección/reivindicación en los 80/90. Aguilar y Paz escapa a esa temporalización. Al estallido esteticista y utopista de Gaceta de Arte, Aguilar y Paz responde refugiándose en la filosofía y la política; a la superficie del presente que se ilusiona con un futuro que fundar, nuestro intelectual opondrá la reivindicación de lo profundo, y el marco de la moral y lo social. Gaceta de Arte quiere cortar con la tradición, todo les resulta caduco, reediciones de lo ya fenecido, mientras que Aguilar y Paz, degustando el arte de vanguardia y su proximidad a él, está concernido por la tradición, la historia del pensamiento y las ideas morales, políticas y sociales.

Si sus amigos de Gaceta de Arte son capaces de prescindir de la memoria porque todo el orden de preocupaciones o intereses se proyectan en el futuro (nuevo espíritu, nuevo arte, nuevo hombre), Aguilar y Paz atenderá a la memoria, a la herencia del pensamiento y la filosofía, pero también a la tradición cultural e historiográfica de Canarias.