No lo entiendo. Mi mente de pureta no entiende qué placer se puede encontrar en que alguien te apriete la garganta, asfixiándote hasta casi quedar sin sentido y morir, mientras una panda de energúmenos lo graban en móvil para luego subirlo a las redes sociales y reírse todos. Lo llaman el Juego de la Muerte.

Por lo visto, esta práctica macabra provoca una supuesta sensación de placer y subirlo a las redes es un éxtasis. Una adolescente casi muere hace unos días en Granada. Y mientras la piba casi moría, había 4 imbéciles grabando con los móviles. Están estudiando en Fiscalía de Menores si esto es delictivo. Pues claro carajo, está la muerte de por medio y con cómplices grabando. ¿A qué están esperando? ¿A que muera alguien?

Leía a un psicólogo comentar que si los jóvenes no obtienen el placer de la atención de sus padres o del deporte, buscan la gratificación en las redes sociales, donde suben estos vídeos que tienen un papel similar a las drogas, una sensación de placer.

Controlen la tecnología de los menores, porque las redes nos han comido vivos. Hay que dejar que los menores las usen, no se pueden poner puertas al campo, pero también hay que saber cerrarlas a tiempo. Si no, animaladas como el Juego de la Muerte entrarán en el campo fértil de nuestros pibes como el caballo de Atila, que donde pisaba, no crecía la hierba.