Muchas veces, la ropa es el disfraz que esconde nuestra decadencia. Junto al retórico gesto de la vestimenta, en ocasiones, encontramos insignificantes personas que no aceptan su realidad y la convierten en elegante traje.

Hay verdades tan sencillas que no necesitan ser explicadas. En el mundo de los complejos no se descarta nada para taparlos... Creo que la vida se siente con la aceptación, jamás con la representación; pretender acariciar otro yo con el frívolo gesto de la emulación es robarle al nacimiento la identidad y por supuesto el derecho de la duda.

Qué triste es ver personas en constante actitud estatuaria. Son igual que los trajes (de una sola pieza) al tener cercanía con ellas nos damos cuenta de lo bien vestidos que van por fuera y lo desnudos que están por dentro. ¿De qué sirve ser página estética si lo principal no pasa de borrón? La mente es una tigresa en celo que no cópula con la ignorancia, a pesar de ser en muchas ocasiones, concreción de elegancia. Claro que un buen disfraz da el pego, pero de lejos: afortunadamente la cercanía es formulación concreta de los debes y haberes.

Nuestras conversaciones son el aspecto de nuestro intelecto. No, no puedo llamar elegante a personas que son dialecto de borreguismo; claro, los mismos que sueltan un "cagüen en Dios" y se quedan tan anchos. Muchos ignorantes, borregos y analfabetos, son la codicia del maniquí; solitario muñeco paralizado por la falta de voz, que todo el mundo mira al pasar por un escaparate.

El hombre que es propósito de elegancia sabe que la ropa vigoriza nuestra apariencia, pero en su justa medida, por supuesto que la verdadera elegancia es ser fundamento de preferencias. Creo que el halago más bonito que nos pueden hacer es decirnos lo bien vestida que tenemos la mente. La avaricia del hombre que no es preludio de admiración se cuelga en un percha como símbolo de tenencia. Por supuesto, es preferible la aglomeración de libros, a la aglomeración de trajes. Qué severa y sombría es la ignorancia, no ve que junto al cuerpo está el esqueleto y la vísceras...