Este año 2019 está marcado por las celebración de las elecciones en todos los ámbitos públicos, desde ayuntamientos hasta el Parlamento Europeo. Es un año políticamente casi muerto, pero aun así, desde la Asociación de Cosecheros y Exportadores de Plantas Vivas de Canarias (Asocan) ven este ejercicio como crucial para el buen desarrollo futuro de la actividad agrícola que representa, el sector de flores y plantas en agricultura y el de jardinería en servicios.

Con respecto a la agricultura, son muchos los retos a acometer, pero habría que destacar la nueva normativa fitosanitaria, que afecta directamente a nuestras exportaciones; el nuevo Real Decreto de la Ayuda al Transporte de Mercancías; la dotación presupuestaria de las Ayudas Posei con lo del brexit; la amenaza constante de nuevas plagas y enfermedades y la cada vez más limitada utilización de sustancias químicas para el control de éstas; la finalización del ciclo actual del Programa de Desarrollo Rural y sus diferentes líneas de ayuda a la inversión; el cumplimiento del REF y el Estatuto de Autonomía, con las consecuencias que conllevan, sobre todo por lo del abaratamiento del agua, y por supuesto, estar pendientes de cómo queda finalmente la situación política de la comunidad y de cada una de las Islas.

Con respecto a la jardinería, la asociación seguirá peleando con los diferentes organismos públicos para especializar los concursos y distinguir la jardinería del resto de obra civil, sectorizar aquellos concursos de gran volumen que permitan el acceso a las empresas locales, e implantar un programa de promoción de la cultura verde denominado Villas en Flor, mediante el cual los municipios podrán saber qué valoración obtienen en su apuesta por las zonas verdes urbanas, algo fundamental para aumentar el nivel de vida de residentes y visitantes. No está siendo ni será un año fácil.