El Cabildo de Tenerife es la primera empresa de la Isla. Podíamos entrar a debatir si esto debiera ser así o no, pero no es el caso. Lo es y punto. Por lo tanto se tiene que regir por unos criterios de excelencia distintos a otras instituciones. Hace unos días, el presidente de la CCE, que es en Las Palmas lo que es aquí la CEOE, es decir, la patronal por definición, regaba de flores la gestión de Carlos Alonso y su equipo al frente de la institución tinerfeña. Y no deja de llamar la atención, que ya lejos de todo pleito insular, los empresarios de Las Palmas elogien la labor de la mayor empresa de Tenerife. En declaraciones a El Día, el presidente de la Confederación de Empresarios disparaba más alto y matizaba que el Cabildo tinerfeño ha sido capaz de: "liderar la región" en muchos parámetros. Los políticos no crean los puestos de trabajo, pero sí toda una serie de redes para que el empleo sea mucho más fácil de surgir. En Tenerife, y bajo el mandato de Carlos Alonso, el paro ha disminuido por debajo de la media regional, mientras en Gran Canaria está sensiblemente por encima.

Que el número de trabajadores en la isla de Tenerife duplique al de la provincia de Las Palmas, para el presidente de los empresarios de esta última, Agustín Manrique de Lara, es un síntoma inequívoco de la razón por la que los empresarios prefieren apostar por la isla de Tenerife en detrimento de la isla de Gran Canaria. Y ahora que estamos en época de elecciones, llama la atención la valoración del líder de los empresarios de la otra isla capitalina, poco contento con su presidente del Cabildo, Antonio Morales, y las flores que le echa a un cabildo dinámico, que en gran medida ha cumplido con la promesa de su presidente las pasadas elecciones que fue: "empleo, empleo, empleo". Y será por eso por lo que se han recuperado las 2.000 empresas perdidas durante la crisis en Tenerife.

@JC_Alberto